El Hospital de Bellvitge identifica una proteína clave para predecir el daño cerebral después de un paro cardiorrespiratorio
El biomarcador puede ayudar a tomar decisiones más precisas durante las primeras horas de ingreso y a informar a las familias

paro cardiorrespiratorio
Barcelona - Publicado el
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Predecir si una persona podrá recuperarse después de una parada cardiorrespiratoria puede ser clave para guiar el tratamiento e informar a la familia. Un estudio liderado por el Laboratorio Clínico Territorial Metropolitana Sur del Hospital de Bellvitge ha identificado un marcador biológico, la proteína enolasa neuronal específica, como un posible indicador del pronóstico del daño cerebral causado por este tipo de emergencia. Un análisis retrospectivo de 600 pacientes ha mostrado que los valores elevados de esta proteína, medidos a las 48 y 72 horas posteriores al paro, están asociados a un peor pronóstico neurológico y pueden indicar qué personas tienen más probabilidades de sufrir secuelas extremas, como discapacidades cognitivas o, en casos extremos, la muerte.
La doctora Maria José Castro, especialista en bioquímica clínica e investigadora principal del estudio, destaca que este biomarcador "puede dar una orientación muy valiosa durante las primeras horas, cuando todavía no se sabe si el cerebro del paciente ha sufrido daños irreversibles".
Los paros cardiorrespiratorios son una de las causas más graves de ingreso en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y afectan especialmente al cerebro por la falta repentina de oxígeno. En muchos casos, no es fácil saber si la persona podrá recuperarse y con qué secuelas.
“La proteína enolasa neuronal específica (NSE), junto con otras pruebas clínicas y neurofisiológicas, puede ayudarnos a realizar una valoración más completa y rápida del daño cerebral”, añade la doctora Misericordia Veciana, de la sección de Neurofisiología de Bellvitge, en declaraciones recogidas por el hospital. A pesar de los avances médicos, los estudios indican que menos de la mitad de las personas que llegan vivas al hospital después de un paro cardiorrespiratorio logran sobrevivir y sólo un tercio lo hace con buen pronóstico neurológico.
Desde el hospital subrayan que este trabajo pone en valor la colaboración entre laboratorios clínicos y servicios asistenciales, como las UCI o Neurología, y se alinea con el modelo de medicina personalizada: utilizar datos objetivos y específicos de cada caso para adaptar mejor los tratamientos.
Los resultados abren también la puerta a futuras líneas de investigación con otros biomarcadores que podrían detectar el daño cerebral incluso antes que la NSE, como las proteínas S100beta, TAU o los neurofilamentos.