Los festivos y puentes que hacen más llevadera la vuelta al trabajo antes de Navidad
De La Mercè en Barcelona hasta el puente de la Purísima, el calendario ofrece varios respiros para encarar con ilusión el final del año.

Los festivos y puentes que hacen más llevadera la vuelta al trabajo antes de Navidad
Barcelona - Publicado el
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El regreso a la rutina de septiembre siempre cuesta. Las vacaciones de verano quedan atrás, los horarios laborales se imponen de nuevo y el ritmo frenético vuelve a marcar el día a día. Sin embargo, el calendario laboral ofrece varios puntos de luz antes de Navidad que permiten sobrellevar estos meses con más energía y optimismo. Entre festivos nacionales, autonómicos y locales, la recta final del año llega cargada de pequeñas pausas que se convierten en auténticos salvavidas.
El primer gran respiro llega en Barcelona con la fiesta de La Mercè, el 24 de septiembre. Se trata de la fiesta mayor de la ciudad y, además de ser festivo local, llena las calles de conciertos, actividades culturales, espectáculos pirotécnicos y tradiciones populares. Para los barceloneses, esta fecha no solo supone un día de descanso, sino también una oportunidad para celebrar la identidad y vitalidad de la capital catalana.
Poco después aparece en el calendario el 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Este año cae en domingo, lo que limita la posibilidad de un puente largo. Aun así, en algunos sectores y empresas se traslada al lunes, lo que lo convierte en un paréntesis ideal tras las primeras semanas intensas de trabajo.
El siguiente festivo importante es el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, que en 2025 coincide en sábado. Aunque no permite un puente prolongado, sí que representa un fin de semana marcado por las tradiciones. En Cataluña, además, esta fecha está muy vinculada a la Castanyada, una celebración popular en la que se consumen panellets, castañas y boniatos, y que mantiene vivo un espíritu cultural que se transmite de generación en generación.
La gran cita de la recta final del año llega en diciembre, con un clásico que muchos esperan con impaciencia: el puente de la Purísima. El 6 de diciembre, Día de la Constitución, cae en sábado, y el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, en lunes. Juntos configuran un puente perfecto para organizar escapadas, disfrutar de los primeros mercadillos navideños o, simplemente, aprovechar para desconectar unos días antes del sprint final hacia las fiestas.
A partir de ahí, todo conduce directamente a la Navidad. El 25 de diciembre, día de Navidad, se celebra en jueves. Y en Cataluña, además, el 26 de diciembre, San Esteban, también es festivo oficial. Esto permite a muchos trabajadores disfrutar de un puente de cuatro días consecutivos, perfecto para reuniones familiares, tradiciones gastronómicas y momentos de descanso.
Este conjunto de fechas convierte el último trimestre del año en un período mucho más llevadero. Para quienes sienten que septiembre marca un retorno duro y cuesta arriba, el calendario ofrece una serie de “islas” de descanso que permiten dosificar energías y mantener la ilusión hasta la llegada de las fiestas navideñas.
Más allá de los días festivos, estas pausas también tienen un efecto psicológico positivo. Los expertos en organización del tiempo recuerdan que tener pequeñas metas a corto plazo, como un puente o un día de fiesta en el horizonte, ayuda a sobrellevar mejor las semanas de trabajo. Al mismo tiempo, estas jornadas se convierten en oportunidades para reconectar con la cultura local, viajar en familia o, sencillamente, parar y recuperar fuerzas.
Así, la vuelta al trabajo en septiembre no se presenta únicamente como el final del verano, sino como el inicio de una recta final hacia Navidad salpicada de celebraciones, tradiciones y puentes que invitan a mirar el calendario con ilusión.