¿Es bueno madrugar?

Los expertos coinciden en los múltiples beneficios, pero no es apto para todo el mundo

Madrugar tiene beneficios para nuestra salud, según los expertos

Yolanda Bernal

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

Madrugar ha sido durante siglos sinónimo de disciplina, productividad y éxito. El refrán “al que madruga, Dios lo ayuda” no es sólo una frase popular, sino que encuentra respaldo en la ciencia y en la experiencia de muchos profesionales de la salud. Pero, ¿realmente es beneficioso levantarse temprano? ¿Qué impacto tiene en nuestro bienestar físico y mental? Y, sobre todo, ¿puede ayudarnos a reducir el estrés? 

madrugar  y salud física

Levantarse temprano, especialmente si va acompañado de un sueño reparador, puede tener efectos muy positivos en la salud física. Según muchos expertos, madrugar permite aprovechar mejor la luz solar de la mañana, lo que estimula el sistema inmunológico y mejora el metabolismo.

Además, quienes se despiertan temprano suelen tener más energía para realizar ejercicio físico, lo que contribuye a una mejor condición cardiovascular y a un mayor bienestar general.

La exposición a la luz natural en las primeras horas del día también regula el ritmo circadiano, lo que mejora la calidad del sueño nocturno y favorece una mayor estabilidad hormonal. Esto se traduce en una mejor concentración, memoria y agilidad mental. 

Madrugar nos aporta más energía para realizar ejercicio físico y favorece la introspección

bienestar emocional y claridad mental

Desde el punto de vista psicológico, madrugar ofrece un espacio de calma y silencio que muchas personas aprovechan para meditar, leer o simplemente planificar su día. Estas primeras horas, libres del ajetreo cotidiano, son ideales para la introspección y la organización mental.

Profesionales de la psicología apuntan que quienes madrugan tienden a experimentar menos estrés, ya que no sienten la presión de “ir corriendo detrás del día”.

Comenzar la jornada con tiempo suficiente permite realizar actividades que regulan el sistema nervioso, como el ejercicio suave, la escritura o la meditación, lo que ayuda a reducir la ansiedad y mejora el estado de ánimo. 

productividad y autoestima

Una de las ventajas más destacadas de madrugar es el aumento de la productividad. La sensación de haber cumplido con tareas importantes antes de que el resto del mundo despierte puede generar una gran satisfacción personal. Los expertos coinciden en que se trata de la “primera victoria del día” que fortalece la autoestima y la confianza en uno mismo.

Es importante combinar el hábito de madrugar con una alimentación saludable

Además, las personas que madrugan suelen tener una mayor capacidad de planificación y organización, lo que les permite afrontar el día con más claridad y menos improvisación. Esto no solo mejora el rendimiento laboral, sino que también reduce la sensación de caos y sobrecarga mental.

¿es para todo el mundo?

A pesar de sus múltiples beneficios, madrugar no es una solución universal. Los expertos insisten en que no debe hacerse a costa de sacrificar horas de sueño. Dormir menos de lo necesario puede tener efectos negativos en la salud, como fatiga crónica, irritabilidad, disminución del rendimiento cognitivo y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por ello, si se desea adoptar el hábito de madrugar, es fundamental mantener una buena higiene del sueño: acostarse a la misma hora cada noche, evitar pantallas antes de dormir, reducir el consumo de cafeína y crear un ambiente propicio para el descanso.

No es recomendable madrugar a costa de perder horas de sueño

Madrugar puede ser una herramienta poderosa para mejorar la salud física, el bienestar emocional y la productividad, siempre que se respete el descanso necesario. No se trata de levantarse temprano por obligación, sino de encontrar un ritmo que permita aprovechar las primeras horas del día sin comprometer la calidad del sueño. Con disciplina y constancia, este hábito puede convertirse en un aliado clave para reducir el estrés y vivir con más equilibrio.