En la demarcación de Tarragona, las agresiones a médicos han experimentado un preocupante aumento del 10% durante el año 2023, según ha denunciado el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona (COMT).

Este incremento ha llevado a un total de 215 agresiones reportadas, frente a las 196 registradas en 2022. Específicamente, el 74% de los facultativos agredidos son mujeres, con un aumento del 29% en comparación con años anteriores.

Las médicas, especialmente aquellas de entre 36 y 55 años, son las más afectadas por estas agresiones.

Según datos proporcionados por el COMT, la Atención Primaria concentra el mayor número de casos, representando el 56% del total de agresiones. En contraste, las cifras de agresiones en hospitales han disminuido, situándose en 93 casos en 2023.

El perfil del agresor, según señalan desde el colegio, corresponde mayoritariamente a hombres de alrededor de 40 años.

Las formas de agresión más comunes incluyen amenazas, coacciones, insultos y vejaciones, siendo las mujeres el objetivo del 89% de las agresiones con lesiones.

En una entrevista con el vicesecretario general de médicos de Cataluña y representante del observatorio para situaciones de violencia en el ámbito sanitario de Cataluña, el doctor David Arribas, se destacó la preocupación ante este aumento de agresiones.

Arribas mencionó que la tensión social y el aumento de problemas de salud mental podrían estar contribuyendo a este preocupante fenómeno.

Ante esta situación, el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona ha instado a una mayor concienciación sobre el trabajo de los facultativos y la promoción de canales adecuados de comunicación para que los usuarios puedan expresar sus quejas de manera civilizada.

Además, se hace hincapié en la importancia de denunciar todas las agresiones y se celebra el aumento en el número de denuncias interpuestas en los últimos años.

En cuanto a medidas preventivas, se ha planteado la necesidad de una acción pedagógica dirigida a la ciudadanía, así como la implementación de mecanismos que garanticen la seguridad de los profesionales sanitarios en su lugar de trabajo.

El aumento de agresiones representa un grave problema que requiere una respuesta urgente por parte de las autoridades sanitarias y la sociedad en su conjunto.

La protección de los profesionales de la salud es fundamental para garantizar la calidad y la continuidad de la atención médica en la región.