La otra Barcelona: rural, británica y desconocida

Un rincón de Cornualles con solo doce habitantes, playa cercana y un pasado que conecta con la capital catalana

La otra Barcelona: rural, británica y desconocida

Getty Images

La otra Barcelona: rural, británica y desconocida

Caterina Ruiz Ponce

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

En medio del paisaje verde y ondulado de Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, hay un lugar que despierta la curiosidad de cualquier catalán: un pequeño pueblo llamado Barcelona. Puede parecer una coincidencia improbable, pero este lugar existe, aunque muy lejos de la bulliciosa ciudad mediterránea. Con solo doce habitantes, este pueblo rural se caracteriza por su entorno tranquilo, su peculiar historia y una relación con el nombre que lleva que va más allá del azar.

Esta Barcelona inglesa se encuentra a pocos kilómetros de la costa atlántica, rodeada de campos de pasto, caminos estrechos y bosques frondosos. El pueblo está compuesto por seis casas y cuatro negocios, y a pesar de su reducido tamaño, mantiene una personalidad única. Entre las actividades económicas que se desarrollan allí se encuentran un estudio textil, una consultoría técnica, una tienda de leña y un pequeño gimnasio especializado en artes marciales. Todo ello conforma una combinación singular que refleja la capacidad de reinvención de las zonas rurales.

El origen del nombre Barcelona en este lugar no es fruto de una relación contemporánea con la ciudad catalana. El nombre fue elegido hace más de dos siglos, y con el paso del tiempo ha despertado el interés de viajeros, curiosos y medios de comunicación. El misterio de cómo una ciudad tan conocida acabó dando nombre a un pueblo tan pequeño ha dado pie a todo tipo de hipótesis, pero lo cierto es que el nombre se mantiene, resistiendo el paso del tiempo y dando identidad a una comunidad reducida pero orgullosa.

Los vecinos de esta Barcelona inglesa disfrutan de la calma del campo inglés y la cercanía al mar. La playa más próxima se encuentra a pocos minutos en coche, lo que convierte al pueblo en un lugar ideal para desconectar. Lejos del turismo masivo y de las grandes infraestructuras, el pueblo ofrece una alternativa tranquila para quienes buscan paz, naturaleza y un poco de historia.

Un detalle curioso del pasado reciente de este lugar es la existencia de un campo de fútbol local bautizado como “New Camp”, en clara referencia al estadio barcelonés. Este campo, que ya no se utiliza regularmente, formaba parte del tejido social de la zona y reforzaba simbólicamente el vínculo entre el pueblo inglés y la ciudad que le da nombre. Aunque actualmente no hay equipo, el nombre del campo aún perdura en la memoria de los habitantes.

Los nombres de los lugares tienen un poder evocador, y este caso es una prueba clara. Barcelona, Cornualles, no es solo una anécdota geográfica, sino también un ejemplo de cómo la historia, la memoria y los vínculos entre culturas pueden manifestarse en detalles aparentemente insignificantes. Donde muchos solo ven una coincidencia, los habitantes encuentran una parte de su identidad, una conexión simbólica con un mundo más amplio.

Este pequeño pueblo continúa existiendo al margen de los grandes mapas turísticos, pero con un nombre que le otorga una presencia sorprendente. Visitarlo puede parecer solo una curiosidad, pero para sus vecinos, vivir allí es una forma de preservar una tradición única y una historia que ha sobrevivido generaciones.

En definitiva, Barcelona, en Inglaterra, es un ejemplo vivo de cómo un nombre puede transportar significados, recuerdos y emociones, incluso cuando aparece en un lugar inesperado.

Programas

Último boletín

18:00 H | 24 NOV 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking