Hipra inicia en 2026 los ensayos en animales de su vacuna contra la peste porcina

La farmacéutica lidera un proyecto europeo para desarrollar un antídoto contra un virus "muy complejo", pero admite que la solución no es inmediata

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

La farmacéutica Hipra ha anunciado que en 2026 comenzará a ensayar con animales los prototipos de vacunas que ha desarrollado contra la peste porcina africana (PPA). La compañía investiga el virus desde 2019 y, desde hace dos años, lidera un proyecto europeo destinado a encontrar un remedio eficaz contra esta enfermedad que causa estragos en la cabaña porcina.

Un proyecto a escala europea

La investigación dio un salto cualitativo en 2024 al integrarse en el consorcio europeo VAX4ASF, liderado por la propia Hipra. Este proyecto, con una duración de cuatro años, apuesta por el desarrollo de vacunas vivas atenuadas, es decir, que contienen el virus debilitado. En él participan diecisiete países europeos, además de contar con la colaboración de Estados Unidos y Kenia.

Una vez alcanzado el ecuador del proyecto, Hipra ya dispone de varios prototipos que han demostrado su eficacia en el laboratorio.

Junto al Centro de Biología Molecular Severo Ochoa-CSIC, la farmacéutica coordina el diseño de la vacuna. Una vez alcanzado el ecuador del proyecto, Hipra ya dispone de varios prototipos que han demostrado su eficacia en el laboratorio. La directora de Investigación de la División de Salud Animal, Marta Sitjà, ha concretado que el siguiente paso son los estudios con animales. "En estos dos próximos años, el objetivo es hacer todas las pruebas de verificación con los estudios animales para acabar de confirmar que el diseño de la vacuna es el adecuado para poder garantizar un producto seguro", ha afirmado.

El objetivo es hacer todas las pruebas de verificación con los estudios animales para acabar de confirmar que el diseño de la vacuna es el adecuado para poder garantizar un producto seguro"

Además de la eficacia, Europa ha añadido un requisito crucial: la vacuna debe permitir diferenciar entre los cerdos vacunados y los que realmente se han infectado. Este sistema, conocido como DIVA (Differentiating Infected from Vaccinated Animals), añade complejidad al desarrollo. "Este sistema de diferenciación entre la vacunación y la infección supone un punto más de complexidad en el diseño", explica Sitjà, quien añade que "la vacuna debe proteger, pero también tener un marcador que permita diferenciar a los animales vacunados de los infectados".

Un virus "muy complejo"

Marta Sitjà admite que el virus de la PPA no solo es muy virulento, sino también "muy complejo". Para ilustrarlo, lo compara con el de la covid-19. "Piense que tiene hasta 150 agentes, es decir, 150 proteínas, y varias de ellas hacen la misma función; por tanto, el hecho de bloquear una no evita que el virus encuentre otras escapatorias para continuar infectando", precisa.

En el caso del coronavirus, "bloqueando una única proteína es posible modular la infección", señala la directora, pero "en el caso de la peste porcina africana, no nos encontramos en esta situación". La dificultad se incrementa porque el virus ataca directamente las células del sistema inmunitario de los cerdos, es decir, "la primera línea de protección que tienen los animales".

Sitjà ha recordado que crear y desarrollar una vacuna "es un proceso largo" que debe cumplir con las exigencias regulatorias europeas.

Una solución que no es inmediata

Debido a esta complejidad, la compañía no puede fijar una fecha para la llegada de la vacuna al mercado. Sitjà ha recordado que crear y desarrollar una vacuna "es un proceso largo" que debe cumplir con las exigencias regulatorias europeas. No obstante, ha asegurado que todo el consorcio está alineado para lograrlo, con varios grupos de investigación trabajando en paralelo. "Además de desarrollar la vacuna, también hay todo un esfuerzo complementario para ver cómo la implementaremos [...]; y por otra parte, también tenemos a científicos haciendo investigación para que, si el primer diseño no funciona, podamos tener alternativas", destaca.

Sitjà ha sido clara al afirmar que la solución para la crisis actual no llegará con esta vacuna, "porque aún estamos lejos de tenerlo". Por ello, subraya la importancia de que las administraciones apliquen medidas de erradicación y bioseguridad para controlar los brotes actuales. "Esto es lo que nos ayudará a resolver la situación en 2025 y 2026", concluye, dejando en manos de los futuros resultados de la investigación la posibilidad de aplicar "medidas diferentes" en el horizonte de 2027 a 2029.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

Temas relacionados