Colau reduce horarios a más bares y comercios y enerva al sector de la restauración

La política del Ayuntamiento de Barcelona de reducir horarios de bares y restaurantes, por el ruido, ha enervado al sector que considera injusta la medida y lesiva para sus intereses. En una semana, el consistorio ha anunciado límites horarios en la calle Enric Granados, en Ciutat Vella, en la calle de Joaquin Costa, plaza dels Àngels, calle de Escuders y la plaza de George Orwell, y también en el triángulo lúdico de Poblenou. La mayoría de negocios avanzarán una hora el cierre de locales. En los bares se bajarán la persiana a las 2.00 en lugar de las 3.00, y las terrazas tendrán que cerrar a las 23.00 todos los días, y a las 00.00 horas en viernes y sábados. Además, a las terrazas no se les permitirá unir mesas para que los grupos grandes se ubiquen en el interior de locales.

El director del Gremi de Restauradors de Barcelona, Roger Pallarols, ha previsto "una judicialización sin precedentes y masiva" tanto por el recorte de los horarios de las terrazas como por el del horario de las licencias de actividad anunciado por el Ayuntamiento de Barcelona.

Pallarols, ha dicho que lo que el sector está viviendo "estos días de agosto es gravísimo" y lo ha definido como un ataque directo y una agresión sin precedentes contra la restauración, después de 2 años de pandemia, en uno de los sectores más afectado por los cierres.

El director considera, que el equipo municipal presidido por la alcaldesa Ada Colau "ha decidido unilateralmente reabrir la guerra de las terrazas" e iniciar un enfrentamiento con el sector de la restauración.