La 'biblioteca de cosas' se abre paso en España: así puedes pedir prestado un taladro o un equipo de música
Esta iniciativa pionera de consumo colaborativo ya cuenta con más de 3.200 usuarios y se expande por Cataluña para fomentar un modelo más sostenible

La biblioteca de las cosas
Barcelona - Publicado el
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Más allá de los libros y el material audiovisual, ha surgido un nuevo modelo de biblioteca que está ganando una notable popularidad: la biblioteca de las cosas. Este innovador servicio funciona de manera idéntica a una biblioteca tradicional, pero en lugar de prestar novelas o películas, ofrece en préstamo objetos de uso puntual. La iniciativa, impulsada por la fundació Rezero, busca fomentar la reutilización y un consumo más responsable entre la ciudadanía. Jenny Berengueras, directora del ámbito de reutilización de la fundación, explica que la idea es tan sencilla como evidente. "Cuando necesitas una cosa, en vez de comprarla y guardarla en un armario la mayor parte del tiempo, la compartimos entre diferentes personas", señala.

El catálogo de la primera biblioteca de las cosas de España, ubicada en el barrio de Sant Martí en Barcelona, ya cuenta con cientos de objetos disponibles para el préstamo.
¿Cómo funciona y qué se puede pedir?
El catálogo de la primera biblioteca de las cosas de España, ubicada en el barrio de Sant Martí en Barcelona, ya cuenta con cientos de objetos disponibles para el préstamo. Entre los más solicitados se encuentran herramientas como el taladro, pero también material de acampada, una máquina de coser, una vaporeta para limpiar, una encuadernadora e incluso un equipo de música para fiestas o eventos especiales. Berengueras destaca la amplia variedad de artículos disponibles, los cuales han sido pensados para cubrir necesidades específicas y esporádicas de los ciudadanos, evitando así compras innecesarias.
Cuando necesitas una cosa, en vez de comprarla, la compartimos entre diferentes personas"
El proceso para acceder a estos objetos es muy simple. Los usuarios deben registrarse en el sistema y pueden solicitar un artículo por un período que comienza en una semana, aunque existe la flexibilidad de alargarlo si es necesario. Con el fin de ayudar al mantenimiento del proyecto, se solicita una aportación simbólica de entre 1 y 3 euros por préstamo. Una de las dudas más frecuentes es qué ocurre si un objeto se daña. "Asumimos que puede pasar. Somos una iniciativa comunitaria, no una empresa", aclara Berengueras. Además, añade que un equipo de voluntarios se encarga del mantenimiento y de explicar el funcionamiento de cada artículo para evitar roturas y garantizar su durabilidad.

El proyecto, que lleva ya seis años en funcionamiento, ha demostrado ser un éxito rotundo y ha validado su modelo comunitario.
Un modelo comunitario en pleno auge
El proyecto, que lleva ya seis años en funcionamiento, ha demostrado ser un éxito rotundo y ha validado su modelo comunitario. Actualmente, la biblioteca cuenta con más de 3.200 personas registradas y gestiona una media de sesenta préstamos al mes, una cifra considerable teniendo en cuenta que solo abre sus puertas dos tardes a la semana. Berengueras comenta que el interés que suscita es enorme: "Cuando escuchas esta opción, dices: \'ostras, es que es obvio\'". El éxito no solo se mide en cifras de uso, sino también en el interés que ha despertado en colegios, ayuntamientos y universidades de otras zonas que acuden a visitarlos para conocer de primera mano su funcionamiento.
Entre los objetos estrella, además de los ya mencionados, se encuentran un carrito para transportar cosas pesadas, diversos utensilios de cocina y la popular limpiadora a vapor. La demanda de estos artículos demuestra cómo la iniciativa responde a necesidades reales y cotidianas de la gente, evitando que tengan que comprar un producto que quizá solo usarán una o dos veces en su vida y que, de otra forma, permanecería almacenado sin uso.
La expansión de una idea necesaria
Lo que comenzó como un proyecto pionero en el barrio de Sant Martí se ha convertido en un verdadero movimiento que se expande. En Cataluña ya existen unas quince iniciativas similares, algunas impulsadas con el acompañamiento de Rezero y otras surgidas de forma orgánica durante la pandemia. Se han creado bibliotecas de las cosas en ciudades como Terrassa, Tarragona y Reus, así como en barrios de Barcelona como Poble Sec y l\'Eixample, y en municipios como Tiana o Santa Margarida i els Monjos. Berengueras subraya la importancia de este crecimiento para consolidar un modelo de consumo alternativo y más sostenible.
Creemos que es un proyecto que aporta a sus comunidades"
Para canalizar este crecimiento y potenciar su impacto, Rezero ha creado la Oficina para el Impulso y Soporte de las Bibliotecas de las Cosas. El objetivo principal es "acompañar en la creación de nuevas bibliotecas a entidades y ayuntamientos, y también consolidar los proyectos que ya existen", explica Berengueras. Esta oficina ofrece apoyo en áreas clave como la comunicación, el cálculo de los impactos ambientales y sociales y la dinamización de procesos de participación ciudadana. "Creemos que es un proyecto que aporta a sus comunidades de una zona, de un distrito, de un pueblo", concluye, destacando el valor transformador de compartir en lugar de acumular.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



