El proyecto de "La 21" tirita

La marcha de Joan, el poder de Garagarza y una renovación obligada: Puado

Joan García del RCD Espanyol durante el partido de La Liga EA Sports entre el RCD Espanyol y el Girona FC disputado en el RCDE Stadium el 10 de marzo de 2025 en Barcelona.

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Joan García del RCD Espanyol durante el partido de La Liga EA Sports entre el RCD Espanyol y el Girona FC disputado en el RCDE Stadium el 10 de marzo de 2025 en Barcelona.

Quique Iglesias

Barcelona - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El Espanyol va a sacar 26 millones de euros al contado por la venta de un jugador que le costaba 300.000 euros brutos por temporada, siendo él, Joan García, el peor pagado de toda la primera plantilla blanquiazul. El negocio es inmejorable, por la plusvalía y porque si todos los años pudiera hacerlo otro gallo le cantaría al club.

Sin embargo, el analizar el porqué de todo lo que ha sucedido debe dar que pensar al españolismo ya que entramos en un terreno pantanoso y del que la entidad debe salir lo antes posible. Joan García se va al Barcelona, o donde hubiera deseado, sin que el Espanyol haya tenido la mínimo opción de impedirlo. Jamás un futbolista había estado metido tan claramente en el mercado de salidas de una entidad como Joan. 

Tan fuera estaba ya que en la JGAA del pasado mes de diciembre ya se presupuestaron 15 millones de ingresos, para paliar la deuda creciente, mediante la venta de un jugador. Él, que curiosamente en caso de descenso hubiera valido esa cantidad. Y se han sacado 11 más. Bien. Pero es que el Espanyol no puede permitir llegar a esta situación. 

En su día se fichó a Lecomte y Álvaro porque Joan no servía. Y los que no servían eran los dos primeros. A prisa y corriendo fueron a por Pacheco, que ninguna culpa tiene de que le convirtieran en el mejor pagado del vestuario. Llegó el verano de 2023, con el equipo en Segunda, y Luis García le dijo a Fran Garagarza que había que renovar a Joan porque tenía nivel de Premier. 

Lo hicieron con el paso de los meses pese a que en esa pretemporada no estuvo a la altura y Pacheco siguió jugando, cuando la idea primogenia era darle los guantes de titular al de Sallent. La lesión de éste en el tramo final de la Liga en Segunda abrió el cielo de Joan. Y el resto, ya es historia contada.

Joan García (RCD Espanyol) visto durante un partido de La Liga EA Sports entre el RCD Espanyol y el Getafe en el Stage Front Stadium de Barcelona

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Joan García (RCD Espanyol) visto durante un partido de La Liga EA Sports entre el RCD Espanyol y el Getafe en el Stage Front Stadium de Barcelona

Y en esas que llega el gran año de Joan, lanzado al estrellato por todos menos por el incalificable Luis de la Fuente, que algún día deberá explicar muy bien por qué no se ha llevado al chico a la Selección: sin ir más lejos, cuando le cite en la próxima lista ya vestido de azulgrana. El Espanyol no ha tenido ningún poder, ni ningún margen de maniobra. No ha podido su entorno más que fiarse de lo que dijo el propio Joan a sus más íntimos ahí dentro horas antes de mantener al equipo en Primera, besar el escudo y demás. Pero cambiar de opinión es tan loable como gratis, tanto para un profesional de la pelota como del micrófono.

La salida de Joan al Barcelona deja la indignación imborrable en la afición, un dolor que será eterno en la grada pero que no debería traspasar ninguna frontera, y en clave perica deja tiritando el proyecto de “La 21” como dice el todopoderoso Fran Garagarza. ¿Qué rastro deja esto, Fran? Le han dado las llaves del club, todas, las de la puerta principal hasta las del vestuario del Pre-benjamín. 

Y resulta que a los dos días de que salve al equipo, tu primera figura se va por la ventana a casa del vecino. Qué menos, por cierto, que el Espanyol se haya hecho fuerte para cobrar todo de una tacada. ¿Qué será ahora de La 21?”. Garagarza asume el mando en el fútbol base, ha desvinculado a Javi Chica, no tiene pinta de que haga continuar al entrenador que él mismo fichó para el B (Cea) y ha llegado a un acuerdo extraño con el Vilassar de Mar (Lliga Èlit) para que la cantera se foguee. Nadie quiere irse allí. Y nadie quiere seguir al lado de un Garagarza al que le pierden los modales y le sobran galones.

El proyecto está tiritando. En Primera pero tiritando. Y solo se salva por una afición que pronto conocerá la campaña de abonos y que deberá ilusionarse con le renovación, ahora ya sí que obligada y diría que a cualquier precio, de Javi Puado. Está por abrir el melón del futuro de Omar, quién será el centrocampista “con pata” que acompañe a Edu Expósito y a Pol, y quién le va a hacer competencia al veterano Kike García en un año que se presume largo.

Manolo González, durante el encuentro ante Las Palmas

900/Cordon Press

Manolo González, durante el encuentro ante Las Palmas

La portería… Manolo González tiene en su mano decidir qué va a hacer con ella. Dársela a Ángel Fortuño tendría un riesgo/recompensa brutal. Yo apostaría. Es impepinable que a Fernando Pachecho se le debe buscar una salida si es que no se cuenta con él para ser el titular. Y si es así hay que fichar. ¿Leo Román? Sí, claro. Pero como el mundo entero sabe que se van a cobrar 26 kilos a toca teja por Joan, el fútbol español está esperando al Espanyol con los brazos abiertos.

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