Lamine Yamal sale perdiendo

Uno de los tópicos del mundo del fútbol es el de la teoría de la necesidad, suela ganar el que más lo necesita. Venía el Real Madrid de perder los cuatro últimos clásicos y no podía permitirse un quinto, otra vez en su estadio y con un nuevo entrenador arrancando proyecto. La celebración de los blancos sobre el césped tras ganar el partido, como si acabaran de ganar un título, es la prueba irrefutable del daño que hicieron las cuatro derrotas del curso pasado, dos en liga más dos finales. Celebración y tangana final en un clásico con más ruido que fútbol marcado por las inoportunas declaraciones de Lamine Yamal. 

El Madrid impuso el guión previsto en la primera parte, esperando el error del rival para robar y ponérsela a Mbappé para que resuelva. Salió vivo el Barça de una primera parte en la que pudo irse al vestuario con mayor desventaja. En la segunda, después de que Sczcesny mantuviera al Barça en el partido parándole un penalti a Mbappé, el Barça mandó y jugó en campo contrario aunque le faltó amenaza arriba. Acabó el partido con el Madrid defendiendo, tratando de parar el ritmo y de que ya pasaran las menos cosas posibles. El Madrid le ganó merecidamente por la mínima a un Barça con muchas bajas y lejos de su mejor versión, señal de que tampoco los de Xabi Alonso están para tirar cohetes.

Lamine Yamal ha sido el protagonista del clásico. Antes del partido por sus inoportunas y desafortunadas declaraciones, y durante por su floja actuación. Hay quien dice que hay que tener en cuenta el contexto, el tono desenfadado de la conversación, pero Yamal dijo lo que dijo. Si realmente tiene la cabeza tan bien amueblada y es tan maduro para su edad debería saber ya que lo que diga, sea en el contexto que sea, se va a entrecomillar y a utilizar en su contra. Y si después no respondes en el campo se te va a girar en contra a ti y a tu equipo. Yamal no fue Yamal en el Bernabéu. Quizá porque sale de lesión, quizá porque la pubalgia no le abandona pero no es normal que el de Rocafonda no encarase prácticamente ni una sola vez. Se dedicó a tocar, al pase, y no a amenazar como es habitual. Cuando acabó el partido Carvajal se fue a por él y se lió una buena, como en los viejos tiempos, como cuando Xabi Alonso estaba en el campo. Espero que Yamal haya aprendido que un perfil más bajo le conviene más. Donde debe hablar es en el campo.