La Agencia Tributaria ha intervenido en el Puerto de Barcelona tres contenedores procedentes de Turquía que trasnportaban casi 42.000 zapatillas deportivas y 460 bolsos falsificados de diferentes marcas. En el caso de haber llegado al mercado estos productos, el perjudicio para las marcas hubiera podido ser de 3,3 millones de euros. La mercancía interceptada iba a ser desviada hacia el norte de África para su posterior introducción en la Unión Europea, evitando de este modo, los controles aduaneros. 

Actualmente, todos los transportistas tienen que declarar en la primera Aduana a la que llega un portacontenedores todas las mercancías que se transportan, aunque no sean descargadas en la Unión Europea. El objetivo es que la Aduana puede hacer un análisis de riesgo de seguridad y protección conforme a un marco comunitario de perfiles de riesgo. Y una vez descargados los contenedores en Barcelona, fueron inspeccionados por la Unidad de Análisos de Riesgo de la Aduana, y resultó que en su interior se encontraba una gran cantidad de bultos con zapatillas y bolsos falsificados. La mercancía fue intervenida aún no teniendo por destino declarado ni España, ni la Unión Europea.

PERJUICIO DE LAS FALSIFICACIONES

El las intervenciones de productos falsificados, dice al Agencia Tributaria, no sólo es importante el fraude económica, sino también el daño que se causa a la reputación de las marcas y los productos oficiales que sí cumplen con todas las obligaciones legales. además, tiene una vertiente de salud pública, proque al tratarse de productos con origen desconocido, pueden no cumplir con los estándares de calidad exigios.

Este tipo de intervenciones son necesarias, además, para evitar la comisión de otras conductas ilegales derivades de estos tráficos, como el contrabando, el fraude fiscal y el blanqueo de capitales.