El 77,6% de los centros especiales de trabajo (CET) en los que trabajan personas con trastorno metal y discapacidad intelectual han cerrado el 2020 con pérdidas a causa de la pandemia de coronavirus, según una encuesta elaborada por las entidades Dincat y Ammfeina.

En un comunicado este viernes, las entidades han informado de que el sector de la discapacidad intelectual y la salud mental insta a la administración a incrementar la dotación presupuestaria para "no agraviar las consecuencias de la crisis" sobre dos grupos vulnerables.

Además, ambas entidades han reclamado un plan de choque para paliar los efectos de la pandemia y también para "poner fin a la infrafinanciación crónica del sector social" así como una apuesta firme para las entidades de iniciativa social.

Este plan de choque "tendrá que contemplar necesariamente" líneas específicas de inversión y mejoras en la financiación que permitan garantizar el empleo para las personas con especiales dificultades.

Han defendido que es "una responsabilidad pública" garantizar las oportunidades de empleo de las personas con discapacidad y con problemas de salud mental, dos colectivos que tienen una tasa de paro del 43%.