El Ayuntamiento de Llança (Alt Empordà) está estudiando instalar nuevas cámaras de videovigilancia a varios puntos del municipio para combatir la delincuencia. Entre ellas, a las entradas de las urbanizaciones para evitar nuevos episodios de ocupaciones ilegales. El alcalde del municipio, Francesc Guisset, asegura que el "repunte" vivido durante los meses de junio y julio está "bajo control" y que se han producido varias detenciones "gracias a ala actuación coordinada de los distintos cuerpos de seguridad". Aun así, teme que de cara a la nueva temporada turística se vuelva a producir un incremento de delitos y que quieren "tomar fuerza" para evitarlo. En este sentido, a banda de la instalación de cámaras, no descartan un "refuerzo" de agentes de la Policía Local.

Entre finales de junio y principios de julio, Llançà padeció una ola de robos y ocupaciones que generó malestar entre los vecinos. Decenas de personas se manifestaron varios días para denunciar la sensación de inseguridad. El alcalde vinculó parte de la delincuencia con los ocupas y reclamó más presión policial para combatirlo.

Meses después, Guisset asegura que la situación está "bajo control" porque se han producido varios desalojos y se han detenido algunos de los implicados en los hechos delictivos. Añade que ha sido fruto de la coordinación entre Policía Local y Mossos d'Escuadra y también "gracias a los controles de extranjería de Guardia Civil y Policía Nacional". "Llançà, por suerte o por desgracia, tiene el ferrocarril y eso conlleva algunas de estas situaciones", asegura.

Para avanzarse a un posible repunte de cara al verano, la Policía Local está haciendo un estudio de los puntos donde haría falta poner cámaras nuevas. En estos momentos, el municipio cuenta con tres dispositivos de videovigilancia y dos lectores de matrículas. La intención es aplicarlo al centro del municipio, especialmente, a las calles comerciales y en los puntos "donde hay antecedentes de hechos delictivos".

Las urbanizaciones y las calles comerciales

Entre ellos, a las entradas de las urbanizaciones. También se plantean poner tres lectores de matrículas más a la entrada desde Figueres, a la carretera que va a Portbou y a la del Port de la Selva. Estos aparatos funcionarían tanto de cámara como de lectores. También a la plaça de les escoles, a la calle Rafael Estela, la plaça Major, la calle Gardissó y a la calle Castellar. Además, se plantean reforzar la plantilla de policía con más efectivos.

La previsión es que el estudio de videovigilancia esté acabado antes de finalizar el año y que el presupuesto para el 2021 incorpore una partida para financiar los dispositivos.