Más de 250 especialistas en geriatría y gerontología han denunciado en el Congreso de la Sociedad Catalana de Geriatría y Gerontología de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña el aumento de ancianos que viven solos y han advertido de su vulnerabilidad. El presidente de la SCGiG, Marco Inzitari, ha destacado que vivir solo no implica necesariamente soledad o aislamiento, ya que hoy en día, mucha gente mayor lleva una vida sana, y asegura que "tener una determinada edad no implica tener enfermedades o discapacidades". De hecho, el 96% de los mayores prefieren vivir solos. 

Según ha destacado Daniel López, miembro de la SCGiG, cada vez hay más personas mayores que residen en hogares unipersonales, y en la ciudad de Barcelona, ya suponen el 30% de las personas de más de 74 años. El problema es que, según ha destacado López, en ausencia de viviendas y entornos urbanos accesibles y adaptados a las necesidades de una población cada vez más envejecida, y ante la precarización de las instituciones que tradicionalmente se habían hecho cargo de los ancianos, vivir solo implica un "factor de vulnerabilidad". 

Algunos de los participantes han explicado que ante esta situación están surgiendo iniciativas autogestionadas, como la convivencia, y nuevos modelos residenciales tanto privados como públicos, que exploran nuevas formas de convivencia y de organizar los ciudadanos tanto en la tercera como en la cuarta edad. El vicepresidente de SCGiG, Jordi Amblàs, ha dicho que este proyecto pretende "implementar medidas que permitan conseguir una mayor autonomía de las personas mayores". 

El proyecto piloto se iniciará en los próximos días en cinco zonas, y según Ambàs, "el objetivo es conseguir una mayor calidad de vida, y reducir la dependencia, incorporando ejercicio físico, una mejora de la nutrición, y una mayor interrelación con la comunidad".