La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se verá obligada a investigar las supestas filtraciones internas de trabajadores sociales del Ayuntamiento. El objetivo era avisar a los vendedores ambulantes de los operativos que la Guardia Urbana ponía en marcha contra el top manta.

La iniciativa se ha votado en la Comisión de Presidencia, Derechos de la Ciudadania, Participación y Seguridad y Prevención, presidida, entre otros, por el 'número 2' del consistorio, Gerardo Pisarello y el 'número 3', Jaume Asens. El Grupo Demócrata ha pedido que se investigue la supuesta información sobre operaciones policiales facilitada por trabajadores del Ayuntamiento. La propuesta ha sido validada por el Grupo Demócrata, Ciudadanos, PSC y PP. Los partidos de Barcelona En Comú, ERC, CUP y el concejal no adscrito, Juanjo Puigcorbé, han votado en contra.

Los sindicatos de la Guardia Urbana esperan que esta problemática se resuelva cuanto antes. El Secretario de Administración local de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Eugenio Zambrano, se ha mostrado decepcionado con la posible filtración dentro del gobierno municipal. Desde CSIF creen que “Ada Colau debe abrir una investigación interna para descubrir de dónde salen estas filtraciones, ya que se están poniendo en peligro tanto los operativos policiales como a los propios agentes”.

El texto -votado por la mayoría de los grupos municipales- pide a la administración de Colau que presente un informe sobre estos hechos en los próximos dos meses.