La Zamora Vaciada alza su voz desde los campanarios de los pueblos

La España Vaciada alza su voz desde los campanarios de los pueblos también en el epicentro de la toma de decisiones: el Congreso de los Diputados.

Las campanas de más de un centenar de pueblos de Zamora han repicado durante una hora para hacer visible la realidad de los territorios más despoblados. Más de 200 campaneros han hecho tañer las campanas. De Aliste a Sayago, La Carballeda, Sanabria, Benavente, Los Valles, Tierra de Campos, Tierra del Vino, Tierra del Pan, Toro y su Alfoz, La Guareña. Es la voz de la España despoblada.

Han repicado las campanas como un grito por la dignidad de los pueblos, por pequeños que sean. Por mantener unos servicios básicos cada vez más alejados. Es la voz de la Revuelta de la España Vaciada, que hoy conmemora el segundo aniversario del gran movimiento que por primera vez ha situado en la agenda política la “grave crisis territorial, social y económica que afecta al 70% del territorio nacional”.

Recuerda el manifiesto que hoy se cuelga en tablones de los ayuntamientos y se han leido en muhcos pueblos. “El latido de las gentes de España Vaciada resiste contra viento, marea y olvido”. Un latido “que no va a cesar” y que busca “retumbar en las conciencias de partidos, de políticos y de instituciones que se limitan a prometer lo que saben que no van a cumplir” apunta el manifiesto de segundo aniversario de La Revuelta de la España Vaciada.

“Queremos un futuro digno para que no tengamos que ver a nuestros hijos partir en busca de oportunidades. Para no tener que seguir viendo cómo cierran escuelas, consultorios, farmacias, negocios…”.

Advierten de que “la lista del abandono y del olvido no para de cre­cer. Soria, Teruel, Cuenca, Zamora, Ávila, Guadalajara, La Rioja, Burgos, Jaén, cada vez más provincias y comar­cas españolas ven cómo la lacra de la despoblación se extiende y asola gran parte del país, ante la falta absoluta de compromiso”.

No te pierdas este vídeo grabado en el campanario de Castillo de Alba con Antonio Ballesteros y Luis Antonio Pedraza: