Los pingüinos en Valladolid se mueven sobre dos ruedas

Este fin de semana en Valladolid es difícil dar unos pocos pasos y no toparse con el rugido de una motocicleta. La ciudad del Pisuerga acoge una nueva edición de 'Pingüinos' —con esta ya son 37—, la concentración motera invernal de referencia en España y Europa. Este año, además, con la aspiración de batir su propio récord: superar los 30.000 inscritos.

El ambiente que se respira, además del de las hogueras con las que los moteros tratan de combatir el frío, es de absoluta camaradería. "Es algo especial", reconoce Juan Antonio, de 66 años, que lleva más de 20 años acudiendo a la que para él es "con toda seguridad" la concentración "más importante del año". Llegado desde Villalopó (Alicante) celebra que tanto en las instalaciones como en la programación "no falta un detalle". "Todo está al milímetro", remata.

En su mismo grupo viaja Kazimierz. Es polaco. Se unió a 'Pingüinos' por recomendación de su cuñado, cuando este se compró una moto. Para él es especialmente reseñable la actitud de los asistentes. "Son súper agradables", confiesa.

Para Luis y Marta, un matrimonio de 61 años de edad que lleva 44 años juntos, es la primera vez. Han recorrido más de 1.500 kilómetros, desde las Islas Canarias pasando por Portugal, para acudir a Valladolid. "Siempre lo he tenido en la cabeza", confiesa Luis. Pero las obligaciones laborales de uno y otro habían sido, hasta este año, un impedimento. Pese a estar acostumbrados a un clima subtropical las bajas temperaturas "no son excusa", ironiza Marta, para tomar parte de una concentración cuyo ambiente, reconoce Luis, "llama la atención".

'Pingüinos' es punto de encuentro para amigos que se ven solo una vez al año. Tiempo para rememorar viejas historias de carretera. También para recordar a los que ya no están. De hecho, uno de los momentos más emotivos se produce en la tarde del sábado cuando los moteros abandonan su guarida en la Antigüa Hípica Militar, portando una antorcha por cada uno de los motoristas fallecidos en carretera el pasado año, en un desfile que recorre las calles más céntricas de la ciudad.