El testimonio de una víctima de violencia machista: "Hay que huir para salvar la vida"
Una mujer que sufrió maltrato durante 17 años narra el terror vivido y hace un llamamiento a la sociedad para acabar con esta lacra que no cesa
Valladolid - Publicado el
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Una víctima de violencia de género ha compartido su testimonio en un acto en el ayuntamiento de Valladolid para visibilizar "esta lacra que no acaba". En su discurso, ha agradecido el apoyo de las casas de acogida y asociaciones que ayudan a las mujeres: "Sin ellas estaríamos perdidas", así como a las personas anónimas que ofrecen su ayuda.
"Correr sin mirar atrás, huir para salvar la vida"
Tras 17 años de matrimonio y una hija en común, su vida dio un vuelco. "Terminé en una casa de acogida con una maleta en la mano, sin nada", relata. Perdió todos los recuerdos y enseres que había acumulado durante su vida, pero con el tiempo ha comprendido que "la vida es más importante que lo material".
El miedo y las amenazas
La mujer explica que lo que la mantuvo en esa situación fue el miedo, pero no solo al maltrato físico o psicológico, sino "a contarlo a la familia y a los amigos". Su agresor, "de cara al exterior era, como en muchos casos, un hombre maravilloso", y ella sabía que él jamás aguantaría la humillación si decidía abandonarlo.
El maltratador la amenazó en varias ocasiones: "Antes me mataría a mí y a mi hija". Además, utilizaba a la niña para retenerla: "Si te vas, lo haces sola, la niña se queda conmigo", le decía. La víctima describe cómo los agresores "nos van haciendo cada día más pequeña, más dependientes e inseguras".
"Comienzan los golpes, el pedir perdón diciendo que no volverá a suceder, y algún regalo para compensar hasta la próxima vez"
Un llamamiento a los "hombres buenos"
En su discurso, hace un llamamiento especial a los hombres, recordando que "el alcohol o las drogas no son un eximente de algo tan ruin como pegar a una mujer". Pide a los "hombres buenos" que no ignoren al compañero que "aplaude los chistes sexistas" y que ayuden y defiendan a las mujeres.
La víctima concluye con una reflexión sobre la interdependencia: "Nos necesitamos unos a otros para vivir". Y finaliza con una petición directa: "Hombres buenos, levantaos, ayudadnos, protegednos con vuestra fuerza ante los que abusan de ella frente a una mujer".
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