Unos 150 empresarios de sectores como el comercio o la hostelería han secundado la llamada de la plataforma autónomos en pie de guerra en Valladolid. A las puertas del Ayuntamiento de Valladolid han clamado este mediodía por poder trabajar, por recibir ayudas para poder sobrevivir. Están al límite con ingresos que han caído entre un 80 y un 50 por ciento, con trabajadores en ERTE y con la duda de si se ampliarán las restricciones.

“Como un 50 por ciento con una ocupación en peluquería del 30 por ciento”, nos cuenta Carlos que regenta una peluquería en la capital. “No sacamos ni para el alquiler”, lamenta Isabel que tiene dos zapaterías y cuatro trabajadores que ha vuelto a mandar al ERTE. “Si la gente no se va a cenar o a comer no van a arreglarse ni a comprase unos zapatos”, explica Raquel, propietaria de una clínica de Belleza y estética en Valladolid.

Pero los gastos no dejan de crecer. Algunos han podido recortar por la flexibilidad de su casero. Es el caso de Javier, un empresario del ocio nocturno que agradece la consideración de su casera: “me ha estado cobrando menos, lleva unos meses desde julio sin cobrarme nada y gracias a ella los gastos son menos”.

Todos los sectores se han unido hoy para lanzar un nuevo grito de auxilio: “Queremos trabajar”, para reivindicar que sus espacios están comprometidos con la higiene y con la salud, ha apuntado Irene Garrido, portavoz de la recién creada Plataforma Autónomos en pie de guerra.