El alcalde de San Esteban (Soria) advierte que llegará "donde sea necesario" para que se construya una variante en el municipio

El Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz llegará “donde sea necesario” para exigir que se construya una variante que desvíe el tráfico pesado del puente medieval por el que discurre la N-110 y que ha estado dos meses cerrado a causa de un derrumbe.

Daniel García, el alcalde de San Esteban, advierte que no va a ceder a las presiones y acudirá “a Bruselas, Madrid o donde haga falta” para dotar al municipio de una vía “que garantice la movilidad de los sorianos”.

El Ayuntamiento sanestebeño no entiende la decisión del Ministerio de Defensa de retirarse del proyecto de construcción de un puente provisional en las inmediaciones del polígono industrial La Tapiada que estaban ejecutando los pontoneros del ejército. La renuncia deja el proyecto en el aire puesto que el puente militar tenía un despliegue de una estructura metálica que debía construir el ejército.

El ayuntamiento y la Junta de Castilla y León decidirán el futuro de esta construcción y si se deciden continuar adelante será necesario redefinir el proyecto para dotar al municipio “de una vía de emergencias”.

Daniel García considera “arriesgada” la decisión del Ministerio de Defensa habida cuenta de que el puente medieval que se ha rehabilitado “sigue con el tajamar hundido, el hueco en la acera y muchos problemas en los tajamares del puente”.

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El regidor de San Esteban asegura que el puente medieval que atraviesa el municipio y que es la única vía de conexión entre Soria y Plasencia “será de los pocos puentes medievales de España que alberga una carretera nacional y con la carga que tiene este carretera”.

Por ello insiste en la necesidad de una vía de emergencia mientras se dan los pasos para dotar al municipio de una variante definitiva.

El puente medieval de San Esteban se reabrió el pasado 7 de mayo después de dos meses cerrado tras el hundimiento que sufrió un tajamar y la caída de parte del voladizo de su acera lo que provocó que el tráfico se desviara hasta 25 kilómetros y que el municipio quedara partido en dos.