El documentado reto de esta familia de Segovia: los primeros en subir dos cumbres del Himalaya con niños de 9 y 11 años
El documental de esta experiencia única se proyectará en la Sala Caja Segovia y se subirá posteriormente al canal de Youtube de 'Explorando Rincones'

José María, padre de la familia Jiménez Rubio
Segovia - Publicado el
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Si ya de por sí es un reto subir al Himalaya como montañero solitario, ahora imagínate hacerlo en familia con dos pequeños de 9 y 11 años. Ahora vamos a darle la vuelta, si ya parece una aventura hacer cualquier escapada con niños, ponte en la situación de conquistar con ellos, dos cimas de 6.000 metros. Este ha sido el reto que han conseguido la familia segoviana Jiménez Rubio, más conocidos como 'Explorando Rincones'. Por lo que han podido documentarse y les decían los autóctonos, han sido los primeros en ascender a esos niveles con dos niños.
Los padres, José María Jiménez y Celia Rubio, desde prácticamente el nacimiento de sus hijos Saúl (9 años) y Vega (11 años), les han inculcado su pasión por la montañismo, desde la típica subida a Peñalara en la Sierra de Guadarrama, pasando por los Andes a una cima de 5.000m, hasta acabar en el Himalaya Indio en las cumbres del Kang Yatse II (6.250m) y el Dzo Jongo (6.220m).
"Ha sido progresivo desde que eran pequeñines"
Padre del a familia Jiménez Rubio

Familia Jiménez Rubio subiendo en el Himalaya
Para llegar a ascender a esos niveles, el padre de familia, José María, ha reconocido haber superado momentos complicados. "Empezando por llegar hasta allí, donde tuvimos nuestros más y nuestros menos, o por ejemplo en pleno ascenso vivimos alguna indisposición". Estos problemas los pudieron superar de manera correcta, ya que tal y como ha explicado José María, "ya habíamos vivido esto en otras montañas y lo gestionamos bien".
el montañismo frente al mundo de las pantallas
En plena revolución digital que atrae a los más pequeños con la luz de las pantallas, esta familia ha abogado por sembrar en sus hijos la curiosidad por el exterior. José María afirma consultar siempre con Vega y Saúl todos los retos que se proponen, pero se ríe al recordar cómo son sus hijos los que ahora le "abrasan".
Asegura que los niños se lo toman "como un juego" y eso fue lo que les hizo pensar a los padres la cantidad de planes que podían realizar con ellos.

Familia Jiménez Rubio subiendo en el Himalaya
Y... ¿cómo se prepara un ascenso de 6.000 metros en familia?. Según ha contado en COPE José María lo primordial es concienciar y dar a conocer a sus hijos la ruta que van a tomar. Por supuesto también prepararse para el frío que van a pasar a esas alturas, metiendo en la mochila los materiales adecuados. Allí contaron con la ayuda de personas locales que les ayudaron con las mochilas y a cuidar la alimentación. A pesar de las dificultades, el padre ha contado que es sencillo porque es "trasladar las enseñanzas de otras montañas, al Himalaya".
documental: 'Más Allá de las Alturas: Expedición Familiar en el Himalaya"
Y este gran reto logrado es lo que se va a proyectar a las 20:00 en la Sala Caja Segovia. Será en un documental elaborado por la familia y con sus medios propios titulado: 'Más Allá de las Alturas: Expedición Familiar en el Himalaya".
Han sido los propios padres en sacar adelante esta producción para poder mostrar cómo fue la aventura. José María es un aficionado del mundo audiovisual y ha sido él mismo el que, con recursos limitados, ha llevado el material durante el recorrido para luego montar el vídeo.
El documental además de proyectarse en la Sala Caja Segovia, se podrá posteriormente ver fragmentado en el canal de Youtube de 'Explorando Rincones'.
el relato de los ascensos al himalaya
Kang Yatse II
La exigente ruta con un fuerte desnivel, el frío, y condiciones encontradas pusieron a prueba la capacidad de superación, sufrimiento, experiencia y preparación de la cordada familiar. La salida hacia cumbre prevista sobre la media noche se pospuso un poco para intentar minimizar las horas en las que el frío era más intenso, éste afecta en mayor medida a los niños.
La ascensión se realizó con el apoyo de dos componentes de la empresa Hippie in Hills, formando así un potente equipo dispuesto a luchar por la cumbre. Tras unas duras horas nocturnas en las que uno de los componentes de Hippie in Hills se mostró indispuesto y tristemente tuvo que comenzar el descenso en busca de recuperar su salud perdiendo altura rápidamente, el resto de componentes continuó la ascensión. Sufrieron durante la marcha un frío intenso hasta el amanecer, momento en que el frío se fue minimizando.
El esfuerzo por llegar a la cumbre fue muy duro, las rampas infinitas, la fatiga muscular por la posición sobre la nieve y el hielo, y el avance lento, donde cada paso parece una eternidad, haciéndote parar para tomar aliento, y recuperar las fuerzas que se van perdiendo en el camino.

Familia Jiménez Rubio subiendo en el Himalaya
Así con un sacrifico titánico por parte del pequeño Saúl de 9 años y una capacidad física incontestable de Vega con 11 años, se llegó a la cumbre donde un grupo de alpinistas y su guía nos felicitaron y comentaron la inspiración que habíamos sido para ellos en llegar a la cumbre durante el ascenso, así, allí arriba, primero Vega, después Saúl que rompió a llorar entre el esfuerzo y la emoción de llegar a la cumbre más alta alcanzada hasta la fecha por estos niños, y que junto a sus padres y Gaurav el guía que permaneció con el grupo ante la forzada retirada de nuestro amigo Harshal disfrutaron de las vistas y vivencia difícil de explicar.
Un descenso a buen ritmo y con fuerza hasta el campo base, confirmaban las buenas capacidades de la cordada. Allí, las felicitaciones llegaron por parte de diversos grupos de montañeros que se encontraban esperando su momento para intentar la cumbre. La curiosa cordada de montañeros familiar llamó la atención durante toda la aproximación, por aldeas y campamentos, manifestándolas muestras de cariño en todo momento.
Dzo Jongo
Al día siguiente nos desplazamos hasta el campo base del Dzo Jongo, una montaña menos conocida y transitada, nuestro guía Gaurav marchó antes del campamento del Kang Yatse para reconocer el ascenso de esta montaña y ver las mejores alternativas de ascenso. No había subido esta montaña antes y quería identificar bien que opciones serian mejor, es de elogiar la constante dedicación de todo el equipo de Hippie In Hills, especialmente hacia los niños.
Una vez en el campo base a 5.160 mts. planteamos el ascenso, decidiendo no acometer la ascensión de forma tan temprana como en el Kang Yatse II para evitar el frío intenso de la noche, intentando salir al amanecer, horario que sucede sobre las 5 o 05:30 de la madrugada. La ruta por la que íbamos a ascender no presentaba gran cantidad de nieve, evitaríamos el glaciar principal y por consiguiente sería diferente a la realizada en el vecino Kang Yatse. La estrategia, el tipo de botas a utilizar y materiales eran determinantes para el éxito.

Familia Jiménez Rubio subiendo en el Himalaya
Así, entrando el día se vio como un día más Vega ascendía en altura con una facilidad y determinación admirable, y Saul al que le costaba algo más encontrar su ritmo, sufriendo, pero, sin embargo, su fortaleza mental y física le iban haciendo progresar y ascender metros con el ánimo y la ayuda del resto del equipo haciendo para él un ascenso y descenso que no olvidará nunca.
Tuvimos que superar varios neveros en muy mal estado, hundiéndonos en la nieve, haciendo penoso el ascenso. Llegar a la cota de los 6.000 metros es como una lápida que se fija en nuestro cuerpo haciendo muy duro progresar. No obstante, todos tuvimos la determinación de ascender y llegar, estaba ahí, cerca y a la vez lejos, pero esa cumbre no se iba a escapar. Que duros fueron los tramos finales, una mezcla de terreno rocoso, nieve, mixto… haciendo exprimirnos hasta el final, pero allí estaba la cumbre adornada por banderas de oración.
Harshal nos marcó la cumbre, Vega detrás la alcanzó con soltura y todos los demás les seguimos con esas ganas que teníamos por llegar a lo más alto, y disfrutar de unas vistas excepcionales. Allí una vez más nos sentimos como una auténtica familia, todo el equipo que alcanzamos la cumbre, nos sentimos felices y nos concebimos muy capaces y merecedores de aquel ascenso rodeados de montañas por todo nuestro alrededor.



