La Junta de Castilla y León ha declarado tres brotes de contagio por coronavirus en el municipio segoviano de Carrascal del Río. Por eso, enviaba un equipo de desinfección para que actuase en las calles y en el mobiliario urbano de esa localidad en la que hay censadas alrededor de 150 personas y donde su alcaldesa, Henar de Pablo, emitía un bando recomendando a la población el confinamiento voluntario, como adelantaba COPE, al constatar que al menos 30 personas del pueblo habían dado positivo en pruebas PCR.

Así pues, el Gobierno regional decidía acometer esa labor de desinfección este miércoles. Desde la Administración indicaban que los equipos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se desplazaban a la localidad por petición del Ayuntamiento, para realizar diversas desinfecciones en el casco urbano del municipio. Las actuaciones se han centrado en los contenedores de basura, mobiliario urbano y otros equipamientos públicos de dicho pueblo. Algunos de los positivos de Carrascal tienen relación constatada con otros de localidades cercanas, como Cantalejo o Navalilla, pero también con otros puntos, como Castillejo de Mesleón.

En los micrófonos de COPE, algunos de los vecinos de Carrascal del Río han apelado a la responsabilidad y han garantizado que la mayoría de la población contagiada está cumpliendo el aislamiento voluntario. No obstante, algunos han reconocido que hay temor en la localidad, ante el elevado número de positivos que ha aparecido, en relación al censo.

Sin embargo, esos tres brotes confirmados en Carrascal del Río no son los únicos nuevos en la provincia, puesto que igualmente se certificaban otros dos. Uno en el municipio de San Miguel de Bernuy y otro en una residencia de personas mayores, en Espirdo. En el primer caso, se apunta al ámbito familiar y con cuatro positivos.

La Junta de Castilla y León apela a la responsabilidad individual y colectiva de los ciudadanos, cumpliendo las medidas básicas de distancia social, higiene de manos y uso obligatorio, con carácter general, de la mascarilla en vías públicas, ámbitos urbanos al aire libre y espacios cerrados de uso o abiertos al público, con el fin de evitar situaciones que pudieran suponer riesgo de contagios y rebrotes de la enfermedad.