La localidad palentina de Paredes de Nava ha abierto este fin de semana sus brazos para dar la bienvenida a los primeros refugiados ucranianos llegados en su mayoría de Kiev. Adandonan sus casas porque quieren seguir viviendo: “Las bombas caían cerca de casa, las escuchábamos y nos bajábamos al sótano”, relata a COPE Palencia una de las jóvenes refugiadas. Es el relato desgarrador de un pueblo que huye de la guerra declarada por Rusia. La iniciativa de acogimiento la firma la ucraniana Eugenia Lysova, una vecina de Parades que la ha puesto en marcha a través de redes con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad y con el proyecto Arraigo.

Anoche llegaban los primeros 11 y en las próximas horas llegará otro grupo de cinco personas, entre mujeres y niños que se repartirán en dos viviendas. Una cedida por el Ayuntamiento de Parades y otra, propiedad del palentino Luis Martín Rejón.

Una iniciativa de la comunidad ucraniana residente en Paredes, que hace solo siete días era poco más que una quimera, pero nada más lejos de la realidad. Conociendo la imposibilidad de traerse a sus familiares nada más comenzar la invasión rusa, decidieron ponerse en contacto mediante redes sociales con los primeros compatriotas que abandonaban la capital.

Pronto encontraron ocupación para las plazas de los dos vehículos que con el apoyo del Ayuntamiento y CETECE pretendían salir del municipio hasta la frontera con una sola misión, acercar hasta este municipio de la provincia palentina a mujeres y niños huidos de los bombardeos del ejército ruso. Unas horas después se unía un tercer coche de proyecto Arraigo, lo que posibilitaba trasladar hasta 15 personas.

Con más de 3.000 kilómetros por delante, partían justo hace una semana turnándose en la conducción para llegar cuanto antes a las personas que habían salido el país, mientras el municipio se preparaba para su llegada, completamente volcado con la iniciativa y recogiendo todo tipo de ayuda.

Dos de esos vehículos llegaban a última hora de ayer tras un viaje continuo y dejaban un descanso a todos los recién llegados hasta hoy a las 11:30 de la mañana cuando han sido recibidos oficialmente en el salón de plenos del ayuntamiento donde no cabía un alma para dar la bienvenida.

En la jornada de mañana domingo se espera que llegue el último de los coches con las otras 4 personas de origen ucraniano restantes, y es que finalmente hacían hueco a una persona más, un bebe de apenas ocho meses de edad y que ahora vivirá sus primeros días alejado del terror de la Guerra.