Para a comprar en un supermercado haciendo el Camino de Santiago y se escandaliza por lo que paga: en un pueblo de León
Marta no se cree lo que le ocurre en una de las etapas cuando decide dejar a un lado comer de menú en un local, pero ella misma señala cómo le sale más barato hacerlo en la hostelería
Marta, en el vídeo de TkTok
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Hacer el Camino de Santiago es una experiencia espiritual, física y también, cada vez más, económica. Cada etapa supone nuevos desafíos, y uno de ellos puede ser tan cotidiano como decidir qué comer y cuánto gastar. Es lo que le ha ocurrido a Marta, una joven que comparte en TikTok su peregrinación y que ha vivido un episodio que no ha pasado desapercibido: al intentar ahorrar en un tramo del Camino, acabó pagando más en un supermercado que por un completo menú del día.
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"A ver si va a ser más barato comer en la calle que hacer una compra", reflexiona Marta en un vídeo que ya acumula miles de visualizaciones en su perfil @martaveegas. El momento que desata la polémica sucede en Sobrado, un pequeño pueblo leonés por el que atraviesa el Camino, donde decide no parar a comer en un local, como sí hizo el día anterior, y opta por entrar en un supermercado Eroski para hacerse con una comida sencilla.
"Estoy haciendo el Camino de Santiago y estoy en el pueblo de Sobrado. He ido a comprar en un Eroski y os enseño", dice mientras saca uno a uno los productos que ha adquirido: una botella de agua de litro y medio, una barra de pan, una bandejita de albaricoques, un yogur natural sin azúcar, jamón, queso Gouda y una ensalada de pasta y rúcula.
Los albaricoques que compró Marta
Una compra sencilla, con productos básicos, pensada para reponer fuerzas de manera rápida y seguir caminando. Pero la sorpresa llega cuando revela el precio: "Pues señores, me ha costado 15,60 euros". Y es entonces cuando llega la inevitable comparación.
"Ayer comimos en un restaurante en el pueblo de Friol con un primero, un segundo, postre, pan, bebida y café y me costó 14 euros", explica con gesto de incredulidad. “Valorad ustedes cómo está el panorama español”, añade.
Comer en la hostelería, ¿más barato que comprar?
El testimonio de Marta ha abierto un pequeño debate sobre la inflación en los precios de los supermercados, especialmente en entornos rurales, y lo que supone para quienes, como ella, tratan de hacer el Camino de una forma sencilla y sin grandes lujos. Lo paradójico, dice, es que le haya salido más barato comer en la hostelería que preparar su comida con productos comprados directamente en tienda.
El yogur que compró Marta
Este tipo de comparaciones no son nuevas y ya han sido reflejadas en estudios recientes sobre la evolución del precio de la cesta de la compra. Organizaciones como la OCU han advertido en sus informes de un notable encarecimiento de productos frescos y procesados, en especial en áreas de menor densidad poblacional, como los pueblos del Camino de Santiago. De hecho, un análisis de mayo de 2025 ya indicaba que los supermercados de marca blanca o franquicia pequeña no siempre ofrecen los mejores precios.
Además, la experiencia de Marta pone el foco en el impacto que tiene el turismo, también el de peregrinación, en el ajuste de precios. En verano, y más aún durante las semanas de mayor afluencia de caminantes, los precios en las rutas más transitadas pueden subir, lo que deja a los peregrinos con menos opciones si quieren mantener un gasto contenido.
“Yo lo hice pensando que era más barato”, concluye Marta en el vídeo, dejando entrever que quizá el mejor menú, en algunos pueblos del Camino, no está en una bolsa de supermercado sino en una mesa de restaurante local.