La Mesa por el futuro del Bierzo se ha vuelto reunir este viernes. La reunión, como es habitual ha tenido lugar en el Centro Cultural Río Selmo de Ponferrada, y ha sido presidida por Gerardo Álvarez Courel, presidente de la Mesa y del Consejo Comarca del Bierzo. Ha recalcado que es fundamental  buscar unanimidad de todos los actores políticos, económicos y sociales de la comarca, de cara a la manifestación del domingo 16 de diciembre por el futuro del Bierzo que se celebrará en la capital berciana.  

Recuerden que esta manifestación está organizada por los sindicatos UGT y CCOO  y saldrá de la plaza Julio Lazurtegui y llegará a la Plaza del ayuntamiento de Ponferrada. Se va a reclamar alternativas industriales y llegada de nuevos proyectos, tras los cierres que se van producir en las centrales térmicas de Anllares y Compostilla, la desaparición de las minas y los malos datos de desempleo.

Álvarez Courel ha defendido que no hay disculpas para no estar en la calle, el domingo 16 de diciembre.  “El mensaje que tiene que calar más allá del Manzanal es que somos muchas personas las que quieren que haya un futuro para la comarca”, remarcó después de incidir en que lo importante de la convocatoria no es quién la haga sino cuánta gente la respalde y que si la participación se queda en las 4.000 personas que salieron a la calle con fines similares hace dos años y medio, sería un fracaso conjunto.

Courel insistió en que “si no somos un clamor, no nos oirán y si no nos oyen, no existimos”. El Bierzo, dijo, “debe ser un clamor por su futuro y debe sentirse ese clamor el día 16; no estamos en la situación de que viene el lobo, porque el lobo ya está y tenemos que hacer ver que no nos resignamos a que se cierre todo y no se nos den alternativas”.

“Las alternativas tienen que llegar antes de los cierres; ahora nos rasgamos las vestiduras por el cierre del último pozo, pero ¿qué se hizo antes, qué hizo el Gobierno que estuvo cerrando minas siete años?”, subrayó y defendió que las alternativas deben exigirse “al Gobierno de España y a la Junta, que nos ha estado vendiendo humo. Les pedimos que se impliquen ya; son los que tienen pasta y son los que tienen que poner los remedios”.

La manifestación celebrada hace semanas en León, señaló, es un buen ejemplo de cómo la movilización de la sociedad tiene consecuencias; en aquel caso el empuje definitivo para buscar una salida a la deslocalización de la planta de Vestas en Villadangos del Páramo. “Pedimos que de una vez se traigan alternativas que hagan que no se vaya la gente. Vestas se va pero hay una alternativa que se implementa. Si Endesa quiere marcharse de Compostilla, puede haber alternativas de otras empresas”, planteó.