“EL CUÉLEBRE DE LEITARIEGOS”

“Cazadores, arrieros, aventureros, huestes guerreras, buscadores de oro, mercaderes, artesanos ambulantes, vaqueiros…” pobladores ancestrales del Puerto de Leitariegos. Cumbre desabrida, paso estratégico entre la vertiente leonesa y la asturiana, paraje de singular belleza, esa ‘arcadia’ preñada de gestas, de seres fantásticos, de sucesos prodigiosos, de mitos y leyendas que al amor de la lumbre se desgranan en el Filandón. Una de las más célebres es la del ‘Cuélebre de Leitariegos’ que aún recuerdan con pavor los más ancianos del lugar.

Hace muchos, muchos años, en una cruda noche de invierno, tenebrosa, tan oscura como la boca del lobo, la ventisca de nieve ciega furiosa, el firmamento a bocanadas de hielo, las esquirlas de frío hienden, el vientre de la tierra, bajo las patas de los bueyes, cuando el mendigo alcanza el Puerto de Leitariegos aterido de frío y exhausto.

Sabedor de la hospitalidad de sus moradores, sacude el aldabón de puerta en puerta solicitando cobijo, pero el miedo o tal vez el egoísmo aconsejan mal a los vecinos que le niegan posada y alimento. Sus pasos lentos y vacilantes lo conducen a la Laguna de Arbás donde acurrucado espera una muerte certera.

El arrepentimiento remueve la conciencia de aquellos misericordiosos que salen en su busca deseosos de socorrerlo, pero ya es demasiado tarde, en sus últimos estertores el menesteroso solo acierta a farfullar entre dientes una maldición, blandiendo amenazante su cayado, que de inmediato cobra vida y se transforma en una horrible serpiente que vertiginosa repta hacia el lago, ante la estupefacción de los allí presentes.

Según la imprecación, el monstruo emergería de las aguas año tras año, en la noche de San Juan devorando el ganado y arrasando el pueblo. Sólo conseguirían aplacar su furia, entregándole a una doncella. Así, año tras año, entre horrendos bramidos, la sierpe salía de las aguas, aterrorizando a los pobladores de Leitariegos que cumplían resignadamente con la deuda.

Aquel año, la doncella elegida para el sacrificio, era una muchacha intrépida, piadosa, fiel devota de la Virgen María, esa noche acude abnegada a encontrarse con su fatal destino, de camino al lago se topa con una anciana que nunca había visto, ésta, siendo conocedora de la maldición, le da un rosario diciéndole: “Toma este rosario y pónselo en la garganta al cuélebre, si tienes fe, te salvarás”. Una vez en la laguna, el cuélebre emerge de las aguas para devorar a la joven y entonces, se obra el milagro... “Viendo salir del pozo siete cabezas lanzadas, se dirige a la mayor que es grande y aguzada. Ella le tira el rosario y una cadena se armara, que se apoderó de la fiera y a la hondura la arrastrara, librando así a estas gentes de tan horrible desgracia…”

Enedina García.

Como me lo cuentan, os lo cuento. Os lo transmito fielmente, como llega a mis oídos. Tal vez penséis que en la marmita de la invención se mezclan realidad y fantasía a partes desiguales, puede que solo sea una leyenda más de las que pueblan el imaginario colectivo. Lo cierto, es que todavía hoy en la noche de San Juan puede oírse el estruendo de la cadena arrastrándose por el fondo del lago.

SILVIA RODRÍGUEZ, COLABORADORA DE COPE BIERZO

Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana ‘Con otra perspectiva’. Todo ello en Cope.es/Bierzo.

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Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, decidió estudiar esta carrera porque le apasiona la lengua y especialmente la literatura. Además, le encanta leer, escribir y escuchar buena música. Es feliz trabajando en equipo y entiende “que estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.

Además, es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una gran labor en nuestra comarca. Enamorada de su profesión, la enseñanza. Es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal.

Se define como una persona vital, alegre, optimista y sobre todo con gran sentido del humor. Además, ha realizado el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del andaluz Miguel Velasco Nevado.