La alegría del arte y el arte de la alegría
Cuarta jornada del Festival Internacional de Folclore Ciudad de Burgos
Festival Folclore Burgos Amigos de la Dulzaina
Burgos - Publicado el
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Este Festival nuestro no para de ofrecernos momentos inolvidables, entre la quietud y el éxtasis, de Valencia a México, del teatro a la trinchera, de Burgos… al infinito, envuelto en colores y agitado por sonidos tan nuestros como universales.
La llamada a rebato artístico la realizaron los Amigos de la Dulzaina. Fue como una retreta que nos convocaba a una noche de arte. La Jota Serrana como sintonía evocadora de lo que teníamos por delante en el programa.
Festival Folclore Burgos Valencia
Valencia, Les Folies de Carcaixent, simplemente brillantes. Si Nueva Zelanda, la jornada anterior, puso en escena una suerte de musical de primer orden, los valencianos convirtieron el escenario en un teatro donde representar su última creación: Croma.
Boleros envolviendo los cuadros que representaron con los colores de la vida, convirtiendo la plataforma en un salón de palacio mediterráneo, donde plasmar fotografías humanas con una elegancia embaucadora.
El público, acostumbrado a la sucesión de bailes continuados en los programas habituales, acogió con entusiasmo contenido esta suerte de pinacoteca valenciana itinerante que puso el color con mayúsculas en la noche agitada de viento nordeste en la capital burgalesa. Una delicia el disfrute de la alegría que supone el arte de nuestro folclore.
Festival Folclore Burgos México
Cuando parecía que la noche alcanzaba ese momento en el que todo esfuerzo se justifica, llegaron los universitarios de Colima, arrasando literalmente el escenario. Pasamos del teatro al campo de batalla del estruendo, el ritmo, la fuerza y la intensidad inagotable del folclore mexicano. De Veracruz a Jalisco, pasando por un mariachi extraordinario que hermanó como nadie a nuestros pueblos, tan lejanos a veces y tan próximos siempre, como demostraron con ese arte de la alegría.
La plaza de San Juan de pie no es una imagen que se prodigue en exceso y la actuación de México alcanzó ese nivel para que los asistentes les dedicaran la ovación del Festival. Es cierto que a medida que avanzan las jornadas de esta cita cultural se agolpan los recuerdos de lo disfrutado y se empieza a echar menos el Festival que aún no ha terminado. Pero actuaciones como las de Valencia y México certifican la solidez de este encuentro de culturas y el trabajo extraordinario del Comité de Folclore que está alcanzando un nivel de excelencia que asegura el porvenir.
Para seguir gozando del arte.