Hoy 25 de noviembre de celebra el Día contra la Violencia de Género. Sin duda uno de los casos que más sobrecogió a la sociedad abulense fue el asesinato en octubre de 2016 en Arévalo de Mónica Berlanas a manos de de ex marido, Jonathan de La Fuente, delante de su hija Paula que entonces tenía tan sólo tres años de edad.

Cinco años después, Concha Guardado, portavoz de la familia de Mónica, ha contado a Cope Ávila que “es algo que no se puede superar, es como una losa que nos perseguirá el resto de nuestras vidas”.

A ello se suma, ha explicado Concha, “el miedo y la preocupación” de la familia que a día de hoy no sabe en qué cárcel se encuentra el asesino de Mónica, ni tampoco si tiene algún tipo de permiso penintenciario y pueden llegar a encontrárselo en la calle.

La familia de Mónica sobrevive al día a día “con la responsabilidad, explica Concha, de criar a dos pequeñas que se han quedado huérfanas”. Tanto la educación y la manutención de la niñas corre a cargo de sus abuelos maternos, puesto que los abuelos paternos “se han desentendido”. En este sentido lamenta Concha Guardado que “los huérfanos de violencia de género están absolutamente desprotegidos económicamente” y pide “más ayudas”.

Agradece eso sí Concha la ayuda psicológica que a día de hoy siguen recibiendo los padres de Mónica, y su hija mayor Paula.

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En este 25 de noviembre la portavoz de la familia recuerda a todas las personas víctimas de violencia de género y a sus personas cercanas que “hay posibilidad de salir de este hoyo” y que llamen al teléfono 016 “que no deja huella” y donde les indicarán “los pasos a seguir”. Insiste Concha en que “ninguna mujer debe permitir que la pongan la mano encima, ni la digan que no vale nada”.

Recordamos que Jonathan de la Fuente fue condenado a 25 años de cárcel por el asesinato de ex mujer, Mónica Berlanas, más otro año por el daño psicológico a su hija mayor (tres años por entonces) que presenció el crimen.

Lejos de arrepentirse, De la Fuente organizó y mandó desde la cárcel de Segovia el asesinato del padre de Mónica Berlanas y de un amigo de la misma, afortunadamente sin éxito, por lo que fue condenado a otros cuatro años más de cárcel.