Nos hemos ido al colegio Medalla Milagrosa de Toledo para conocer como han sido las primeras horas de este comienzo del curso escolar. Frente a la puerta, uno de los profesores organiza a los alumnos para que accedan al centro. “Este año es un poco diferente, vamos con un poco de incertidumbre aunque nosotros hemos tomado por nuestra parte todas las medidas posibles, las administraciones no han colaborado mucho”. Nos dice David uno de los profesores.

“Hemos hecho todo lo posible. Necesitamos un contacto afectivo con los chicos que este año va a ser difícil poder tenerlo. Hasta segundo de primaria son grupos “burbuja” donde solo entran dos profesores como mucho”.

Los chicos entran de manera escalonada, por cursos, para que no haya aglomeraciones y una vez en la puerta desinfectan la suela de sus zapatos en el felpudo acto. Acto seguido se lavan las manos con hidrogel y se dirigen hacia su clase. “Mascarilla bien puesta” dice la profesora que controla la entrada, mientras un operario desinfecta el centro.

Preguntamos a los más mayores que opinan de esta extraña forma de vuelta al cole y de las diferentes medidas “pues muy diferente porque ya no vamos a poder hablar con los compañeros, va a haber más reglas” nos dice una de las alumnas mientras que otra comenta que “bien porque así vamos a tener más educación pero por otra parte tenemos que tener todas las medidas de seguridad para no coger el Covid”.

Aún así, ellos están más tranquilos que sus padres y madres que viven un momento difícil de incertidumbre por cómo van a ser esos entornos seguros. Muy preocupados también por ese escenario de enseñanza online, si la situación se complica y la conciliación se convierte en una obligación.