Luis (69) es el último artesano de la madera del Casco Histórico Toledo: "No quiero abandonar, mientras que pueda"
Con 55 años de oficio a sus espaldas, este tornero es la memoria viva de un arte en extinción que sobrevive gracias a las restauraciones y a su inmensa pasión
Toledo - Publicado el
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Luis Velasco tiene 69 años y es el último artesano tornero de la madera con taller en el casco histórico de Toledo. Toda una institución en la ciudad ya que lleva trabajando desde los 14 años y es que Luis, representa a una especie en peligro de extinción, la de los oficios que se resisten a desaparecer.
Luis Velasco, en su torno de madera
Una vida dedicada al torno
La historia de Luis es la de una vida de superación. Tras quedarse huérfano de padre con solo 5 años, pasó esa parte de su infancia en un colegio de auxilio social "era cómo gratuito para críos que habían perdido a un padre o madre" hasta que, a los 13 años, comenzó a aprender el oficio en el taller durante las vacaciones de verano. A los 14 años ya estaba dado de alta en la seguridad social, movido por la necesidad de llevar dinero a su casa.
El taller ya formaba parte de su legado familiar. "Estuvo mi abuelo, antes de la guerra civil, trabajando aquí, y luego, después de la guerra, lo abrió mi padre con un tío mío", explica el artesano. Un espacio que ha sido su vida y su hogar durante 55 años.
El guardián del patrimonio toledano
Aunque su taller es una atracción para los turistas, su principal fuente de ingresos proviene de las restauraciones. Trabaja para ebanistas, carpinteros y anticuarios, y sus manos han devuelto el esplendor a piezas de museos, conventos, iglesias y hasta de la propia Catedral de Toledo.
Entre sus encargos se encuentra la fabricación de las empuñaduras de madera para las espadas del espectáculo de Puy du Fou. Su labor es crucial para el mantenimiento del patrimonio, como una barandilla que debe reparar en una casa de la Calle de Alfileritos. "Si no estoy yo aquí, pues adiós", sentencia sobre la importancia de su trabajo para evitar que se instalen piezas modernas.
A sus 69 años, Luis podría estar jubilado, pero su oficio es su vida. "Es ya porque me gusta, me entretengo mucho y no quiero abandonar, mientras que pueda", confiesa. Esta pasión es el motor que le impulsa a seguir abriendo su taller cada día, a pesar de las dificultades.
Un oficio sin relevo ni edad dorada
Vivir únicamente de la artesanía de cara al público es inviable. "No puedes cobrar, imposible, la mano de obra de un artesano aquí en el torno", lamenta. Asegura que si cobrara lo que realmente vale su trabajo, "no me comprarían nada".
No puedes cobrar la mano de obra de un artesano aquí en el torno"
Artesano
Los turistas que visitan su taller suelen interesarse por piezas pequeñas y detalles curiosos, como peonzas o molinos de viento. Sin embargo, sus clientes principales son constructores y restauradores que necesitan recuperar elementos de madera de patios y casas antiguas de Toledo.
Luis Velasco, el gran tornero de la madera de Toledo
Luis Velasco no recuerda una época dorada de la artesanía. "Ha habido una racha que sacaba el jornal y otra que no le sacaba", comenta. Su mayor legado, afirma, será que su trabajo de torneado permanecerá "en todos los museos y en todas las partes de Toledo, en casas antiguas, conventos...".
Reconocido en la ciudad y protagonista de múltiples entrevistas y reportajes, Luis recibirá próximamente un premio de Cope Castilla La Mancha. Un galardón que acoge con gratitud y humildad: "Hombre, pues muy bien, muchísimas gracias, y yo iré a por él muy contento".
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