En Argecilla todos los vecinos se conocen, pero eso es algo que no tiene mérito: solo son 70. Es uno de tantos pueblos de la provincia de Guadalajara que se está viendo afectado por la despoblación, pero este en concreto ha protagonizado uno de los casos más curiosos que se han vivido en las últimas Elecciones Municipales del 28 de mayo.

En 2019 el pueblo eligió a su alcalde. Era del Partido Socialista aunque allí, como suele pasar en los pueblos pequeños, no importaban las siglas sino la persona. A él le votaron por ser Jesús Martínez Valentín y así se quedó.

Cuando fue elegido no podía sospechar que su hijo, al que hace 53 años le puso su mismo nombre, se presentaría a esa misma Alcaldía pero por otro partido: VOX. Y si ya de por sí eso fue una sorpresa, ésta se quedó en nada cuando descubrió que también su nieto Miguel aspiraba a ser alcalde bajo las siglas del Partido Popular. “Nos hemos presentado por partidos diferentes porque queremos evitar que, al no presentarse nadie, los partidos nos planten aquí a sus candidatos. No queremos que ningún forastero pase a ser el alcalde de nuestro pueblo”, explica Miguel con tan solo 23 años.

(Miguel Martínez)

Es una explicación que ayuda a demostrar que la disputa no iba a suponer una lucha encarnizada por hacerse con el bastón de mando en Argecilla. De hecho, Jesús, el padre y contrincante político de Miguel, lo deja claro: “En casa no tenemos ningún problema. Nosotros nos llevamos genial. ¿Qué problema vas a tener tú con tu hijo?”

(Fachada del Ayuntamiento de Argecilla)

La ambición en un pueblo de 70 habitantes no da como para ganarse enfados con los propios. De hecho, la batalla electoral no se ha producido entre las tres generaciones de esta saga, porque el mayor de todos, el actual alcalde, decidió jubilarse y no postularse a una nueva legislatura.

Hubiera sido una manera de que la alcaldía quedara en la familia, una candidatura por cada partido que se presentaba en el pueblo. Sin embargo, ni padre ni hijo han conseguido hacerse con el mando. En su lugar, Argecilla ha optado por hacer historia local y elegir a la primera mujer alcaldesa jamás vista, a Sandra Alcalde. La sucesora del abuelo en la alcaldía. No es familia de sangre, pero como si lo fuera. Al final, entre siete decenas de vecinos, independientemente de los apellidos, todo queda en casa.