El frío llega y surge la duda: ¿Apagar la calefacción o mantenerla encendida todo el día? "Es preferible dejarla a 17 grados que apagarla completamente"
Desde Fresolclima nos cuentan las averías más comunes en las calderas y desmontan el mito sobre si es mejor apagar o mantener la calefacción encendida

Rafael Moreno, ingeniero de FRESOLCLIMA
Ciudad Real - Publicado el
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La llegada del frío lleva aparejado el encendido de las calefacciones, un gesto que para muchas familias ha venido acompañado de sorpresas desagradables.
Rafael Moreno, ingeniero de la empresa de climatización FRESOLCLIMA, en Ciudad Real, ha explicado en COPE que la falta de previsión es un problema recurrente.
"Pasa siempre todos los años por estas fechas. La gente deja todo para el final, y luego todo son prisas", asegura. Por ello, insiste en la importancia de realizar una planificación para el mantenimiento de las calderas.
Principales averías
Entre las incidencias más comunes en las calderas individuales, el experto destaca la rotura o falta de presión del vaso de expansión, lo que provoca que la presión del agua suba y sea expulsada por la válvula de seguridad, o la bomba de calefacción agarrotada, especialmente en equipos que han estado apagados durante todo el verano.
En las comunidades de vecinos, los problemas son similares, aunque también se realizan tareas como el cambio de boquillas de los quemadores.
Moreno subraya que las calderas de gasóleo y las de gas presentan problemas diferentes.
"El gas es más limpio", afirma, mientras que el gasoil, al ser más sucio, "requiere una limpieza más exhaustiva" tanto de la caldera como del quemador, además de la sustitución de boquillas y la limpieza del filtro.
Ajustar la combustión en una caldera de gasoil, según el profesional, también es un proceso "más complejo" que en una de gas.
La prevención, la clave del ahorro
Para evitar estos contratiempos, la clave es la anticipación.
Moreno recomienda realizar la revisión de la caldera con meses de antelación. Este mantenimiento preventivo no solo se aplica a la caldera, sino también a los radiadores. Es fundamental purgarlos para eliminar el aire del circuito y garantizar que calienten correctamente.
"Hay que hacerlo siempre", recalca Moreno, quien añade que en las comunidades de vecinos "los pisos altos es donde el aire se acumula más".
Además, una avería aparentemente menor, como el goteo de la llave de un radiador, puede convertirse en un gran inconveniente en un edificio, ya que su reparación obliga a vaciar toda la instalación.
ahorrar sin pasar frío
En cuanto a la eficiencia, las calderas de condensación de gas son la opción más recomendable.
Según el experto, no solo ofrecen un mayor ahorro en la factura, sino que su instalación ya es obligatoria por ley al reponer un equipo antiguo. Estas calderas aprovechan el calor del cambio de estado de los humos y funcionan con temperaturas de impulsión del agua más bajas.
Rafael Moreno también desmonta uno de los grandes mitos sobre el consumo: la mejor estrategia es "adecuar la calefacción a los horarios de las personas" en lugar de dejarla encendida todo el día o apagarla por completo.
Su consejo es "al salir de casa, bajar el termostato, por ejemplo, a 17 grados en vez de apagarlo. De este modo, al volver, a la caldera le costará mucho menos alcanzar la temperatura de confort.
Para un consumo eficiente, "aconsejo, no subirla más de 20, 21 grados", ya que cada grado de más puede disparar el gasto.
Finalmente, recuerda un consejo de sentido común para mantener el confort sin derrochar: usar ropa de abrigo en casa.
"Estar en casa con ropa normal, pijamas, manga larga, una bata, cuando estás en el sofá una mantita. Como hemos hecho toda la vida", concluye.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



