QUINTA DE ABONO

Triunfo de Luque en un homenaje a la mansedumbre

En la corrida 'monstruo' en homenaje a la afición de Albacete, Luque logra el doble trofeo y Castella, Ureña y Jiménez salen a oreja por coleta

Daniel Luque, a hombros en Albacete

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Daniel Luque, a hombros en Albacete

Redacción COPE Albacete

Albacete - Publicado el - Actualizado

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Lorenzo del Rey

La corrida organizada como homenaje a la afición, y que duró más de tres horas y media, se convirtió en un escaparate de la mansedumbre y el descaste. Porque los toros de Domingo Hernández y Garcigrande hicieron muchas cosas y muy pocas eran buenas. Comportamiento de mansos en todos los tercios y con el descaste por bandera. Sólo séptimo y octavo dieron alguna opción en la muleta el poco tiempo que duraron. Y su presentación fue entre justa y muy justa para lo que es Albacete, además de pobres de cabeza la mayoría.

Luque aprovechó a ese séptimo toro en un trasteo inteligente premiado con el doble trofeo. Lo poco que extrajo lo hizo a media altura porque de la humillación, ni rastro. Modalidad unipase para una faena inteligente y medida poco a poco. Uno por aquí, otro por allá, hasta dar unas luquecinas bien rematadas que terminaron de convencer al público. Se tiró a matar y dejó una estocada ligeramente atravesada pero en buen sitio. Las dos orejas se pidieron y concedieron prácticamente a la vez por parte de la presidenta Genoveva Armero. ¿Cómo fue la presencia y comportamiento del toro en todos los tercios? ¿Hubo toreo de capote? ¿Llegó a verse toreo del clásico y rotundo de principio a fin en la muleta? ¿Cómo quedó la estocada? Si reflexionan, verán que las respuestas se inclinan más a una oreja que a dos.

Daniel Luque, a hombros en Albacete
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Daniel Luque, a hombros en Albacete

Por su parte, Borja Jiménez dejó patente su buen momento en una faena a ese último con una serie al natural soberbia, difícilmente igualable que durmió el sueño de los justos por el fallo a espadas, quedando todo reducido a una oreja. Castella paseó un apéndice de esos ligeritos y Ureña arrancó otra lograda por su firme decisión y valentía ante un manso peligroso. Corrida monstruo donde el monstruo no fue el coco si no la mansedumbre y el descaste. Y eso sí que da susto de verdad.