Las farmacias de Cantabria han comenzado a dispensar medicamentos hospitalarios de dispensación ambulatoria, en el marco de la estrategia de respuesta a la epidemia de coronavirus. Los pacientes, en lugar de verse obligados a recoger estos medicamentos en los hospitales, podrán hacerlo en su farmacia más cercana, reduciendo así el riesgo de contagio.

El circuito de entrega de la medicación se aplicará a aquellos pacientes en tratamiento crónico estable, y desde los servicios de farmacia hospitalaria se ofrecerá inicialmente a los colectivos de pacientes en tratamiento con inmunosupresores selectivos o tratamientos de esclerosis múltiple, y aquellos con patología crónica grave pulmonar. Una vez superada la crisis, la entrega de medicación volverá a los cauces habituales.

Así lo ha explicado en Cope Cantabria este miércoles Rita de la Plaza, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria (COF), la cual ha hecho un llamamiento a la calma: "Por favor, tranquilidad; no hay ningún problema con los medicamentos ni con el abastecimiento de los mismos. No hay que llamar al hospital, se está colapsando la centralita de Valdecilla... serán ellos los que llamen directamente a los pacientes. Luego, simplemente hay que acudir a la farmacia más cercana donde estará ya el medicamento preparado previamente en el hospital".

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Este procedimiento, de carácter excepcional y transitorio, ha sido coordinado entre la Dirección General de Ordenación, Farmacia e Inspección de la Consejería de Sanidad, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria, la distribución farmacéutica que opera en Cantabria y los Servicios de Farmacia Hospitalaria (SFH) del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander; Hospital Sierrallana, en Torrelavega; y Hospital Comacal de Laredo.