Los vecinos del hotel okupado en Tenerife respiran tranquilos tras la orden de desalojo: "Hemos sufrido una sensación de enorme inseguridad"

La pesadilla para los vecinos de Adeje y los propietarios del Hotel Callao Sport parece llegar a su fin. La Audiencia Provincial de Tenerife ha emitido una resolución que obliga a los más de doscientos okupas que habitan en el establecimiento desde hace 8 meses a desalojar el inmueble. La notificación, celebrada tanto por la propiedad como por los residentes de la zona, establece un plazo de 30 días para el desalojo voluntario. De no cumplirse, se procederá a la desocupación forzosa el próximo 10 de diciembre. La noticia, adelantada en el programa 'Herrera en COPE Tenerife', cierra un capítulo de gran tensión e incertidumbre que comenzó cuando este complejo hotelero, cerrado durante la pandemia, fue ocupado ilegalmente.

Margarita Domínguez, propietaria del hotel, expresó en los micrófonos de COPE su satisfacción tras recibir la resolución judicial. "He recibido una resolución de la Audiencia Provincial, donde nos dan efectivamente la razón", afirmó. Domínguez cuestionó la lógica procesal inicial, que parecía complicar una situación a su juicio evidente: "¿Cómo es posible que se le pida a los okupas un título de propiedad cuando se trata de un hotel? Cosa que, desde el principio, era bastante lógica". La propietaria confirmó que los ocupantes serían notificados de inmediato, instándoles a cumplir con el desalojo voluntario para evitar la intervención forzosa en la fecha límite.

Una situación dantesca

El estado actual del hotel es desolador. Tras una visita reciente para constatar los daños, Margarita Domínguez ha descrito una imagen lamentable del interior, compartiendo fotografías que evidencian el nivel de destrucción. "Da pena y vergüenza que hayan hecho estas cosas", ha lamentado. La propietaria ha denunciado la insalubridad y los robos sistemáticos que ha sufrido la propiedad, un expolio que ha llegado a detalles inimaginables. "El tema de la insalubridad que está allí, de los robos que han causado, es que han robado hasta los marcos de las puertas, hasta los cristales. Tú no te puedes imaginar, da una pena, es dantesco ver la imagen que está", ha relatado.

Han robado hasta los marcos de las puertas, hasta los cristales"

Margarita Domínguez 

Administradora Única de la empresa propietaria

El alivio de los vecinos

Para los vecinos, que fueron los primeros en denunciar la ocupación, la noticia ha supuesto un profundo alivio. Pedro Delgado, residente de una comunidad próxima al hotel, ha confirmado la percepción generalizada. "Para nosotros significa un alivio, significa volver a una situación anterior, donde en el barrio, pues, había una tranquilidad", ha explicado. El movimiento en la zona durante las últimas horas ya anticipaba la resolución. Delgado ha descrito cómo, en la mañana de ayer, observó un dispositivo de la Guardia Civil "bastante grande, con bastante personal, vehículos, incluso hasta un dron sobrevolando el hotel".

Según el testimonio de los vecinos, el perfil de los ocupantes ha cambiado desde que se inició la ocupación en febrero. Al principio, denunciaron la posible existencia de mafias que trasladaban familias al hotel. Sin embargo, una actuación de la Guardia Civil durante el verano marcó un punto de inflexión. Dicha acción, que notificó a unas 65 personas la obligación de presentarse en el juzgado, provocó la marcha de los individuos "quizás más conflictivos" o en situación irregular. "Toda esta gente era, sobre todo, la que causaba los principales problemas de ruido, fiesta, nos consta que hubo tráfico de drogas, peleas", ha detallado Delgado. Desde entonces, el perfil que ha permanecido es "más familiar, un poco más tranquilo".

Meses de inseguridad y miedo

A pesar de la relativa calma de los últimos meses, los problemas no desaparecieron del todo. La acumulación de basura en los alrededores del hotel y la ocupación de los aparcamientos privados de la comunidad han sido una constante. No obstante, el principal problema ha sido la sensación de inseguridad que ha impregnado el día a día del vecindario. "Realmente sí que nos sentimos inseguros, es que estamos muy próximos a ello", ha confesado Pedro Delgado. Este miedo latente llevó a los vecinos a tomar precauciones extraordinarias: "Todos los vecinos hemos tenido que poner alarmas".

Todos los vecinos hemos tenido que poner alarmas, por la enorme inseguridad que hemos sentido"

Pedro Delgado

Vecino de la zona 

La proximidad física con el hotel ocupado ha generado una sensación agobiante de vulnerabilidad. "Hay una parte de la comunidad que linda con ellos, pared con pared, o sea, ellos se asoman y te ven, te ven dentro de una habitación, te ven en tu patio, te ven en tu vivienda, es una sensación bastante agobiante", ha descrito el vecino. Aunque ha querido resaltar que no han tenido "ningún incidente grave con los vecinos de manera directa", sí ha relatado un episodio que les asustó, especialmente, cuando grabaron a "tres o cuatro sujetos merodeando dentro de la comunidad, lógicamente, con una actitud bastante sospechosa".

La confirmación de actividades delictivas dentro del hotel ha sido una de las mayores preocupaciones. Delgado ha narrado un hecho que se repitió en varias ocasiones y que evidencia el perfil de algunos ocupantes. "En mi casa han tocado cuatro or cinco personas intentando recuperar sus móviles, que han sido robados en zonas turísticas", ha explicado. El GPS de los teléfonos sustraídos señalaba la ubicación del hotel, llevando a las víctimas hasta las puertas de los vecinos. "Estamos hablando que el hotel ha albergado delincuentes", ha sentenciado, confirmando que incluso la policía llegó a personarse en su vivienda siguiendo la geolocalización de un móvil robado.