La preocupación es patente en varios ayuntamientos de la isla de Tenerife, por la crisis hídrica que ya es una realidad, y que puede ir a más, sobre todo en el verano. Un horizonte complicado que parte, de la inusual situación por la que atraviesan las balsas en la isla, y es que, según datos del Cabildo de Tenerife, están al 39% cuando lo normal a estas alturas es que superarán el 72%.

Con este escenario, y a la espera de que este viernes el Cabildo apruebe la declaración de emergencia hídrica, varios ayuntamientos tinerfeños han movido ficha. Es el caso de los 7 municipios de la comarca noroeste y la isla baja, Icod, Buenavista, Los Silos, Garachico, San Juan de la Rambla, El Tanque y La Guancha que se han reunido, con el objetivo de exigir al Cabildo, “una respuesta contundente y eficaz, mediante la activación de medidas urgentes que permitan aliviar la crisis hídrica actual”.

En esta caso, las reivindicaciones se unen a una situación estructural, la de la histórica mala de calidad del agua para consumo y su exceso de flúor, que es un problema añadido. En cualquier caso, los alcaldes de Icod de los Vinos, y La Guancha, Antonio Hernández y Javier Sierra han sido muy claros hoy en Herrera en COPE Tenerife: “Esta realidad está generando una bajada preocupante de los niveles de los depósitos, una situación que podría desembocar en breve en un colapso del servicio, con nuevas restricciones para la población”.

“Las balsas están por debajo del 30%, cuando el año pasado estaban al 100%”

Más explícito todavía, ha sido el alcalde de Fasnia, Luis Javier González, que ha emitido un bando en las últimas horas con algunas restricciones tanto para el uso del sector primario, como para el abastecimiento de la población. Hablamos además de un municipio, incrustado en las medianías del sur, una de las zonas de la isla en las que menos llueve, y altamente dependiente en lo económico del sector primario.

González ha dejado claro que, “salvo que venga una primavera muy lluviosa, todo apunta a que las restricciones van a ir a más para garantizar por lo menos que el sector primario pueda seguir adelante”. Y todo ello, porque la situación en este municipio, es peor que en el resto de la isla: “Aquí las balsas están por debajo del 30%, cuando el año pasado por esta época estaban al 100%”.

Con respecto a la población, el edil ha alertado que la carga turística agrava la situación, y que, “tenemos que tener en cuenta que Semana Santa y verano son épocas de llegada de mucho turismo y eso es un riesgo”, por lo que hace un llamamiento, “a aplicar medidas con sentido común y con cabeza”.

González añadió que, “nos hemos visto obligados a tomar estas medidas si queremos que el sector primario tenga agua estos meses, que los profesionales tengan ese oro escaso que es el agua”.