La petición desesperada de Carmelo, vecino de Lanzarote: vive en un búnker y no puede llegar al baño de su propia casa
A sus 53 años, este lanzaroteño lanza una petición de ayuda para mejorar su calidad de vida

Cocina de Carmelo
Gran Canaria - Publicado el
4 min lectura
Carmelo tiene 53 años, es un lanzaroteño y está enfermo e impedido por un problema en su espalda tras un accidente laboral. Tiene una invalidez del 78% y actualmente vive en un búnker que el mismo ha ido adaptando. En su momento, optó por esta solución, ante la dificultad de encontrar una vivienda digna. Su situación muy complicada, utiliza muletas para moverse y está en lista de espera para ser operado de la columna. Esta operación podría mejorar la movilidad.
Esperando una operación de columna
Aunque hasta que esto ocurra, el infierno de Carmelo está en su día a día, para ir al baño o incluso para salir a comprar. Su vivienda cuenta con escalones en varios puntos de su casa. Y esto es lo que le complica la vida a este conejero.
“No puedo llegar al baño porque hay muchos escalones, hay que quitarlos para que pueda acceder. Ahora mismo me cuesta porque estoy con dos muletas, tengo una minusvalía del 78%” ha contado, este vecino de Haría, en los micrófonos de Herrera en Canarias.
No puedo llegar al baño porque hay muchos escalones, hay que quitarlos para que pueda acceder
El Cabildo de Lanzarote ha ayudado a Carmelo donándole una cama ortopédica. El búnker cuenta con un aljibe que le proporciona agua y luz con una instalación de placas solares. Necesita ayuda diaria porque él no puede ir a por los alimentos, sus amigos son los que se encargan de llevársela.

Entrada a la vivenda de Carmelo
“El Cabildo me ha dado una cama ortopédica para poder moverme mejor por las mañanas, porque me cuesta dos horas levantarme cada mañana. Es una cama que me ayuda a sentarme, a coger las muletas. Cuando tengo que hacer la compra busco a un amigo para que me la traiga, algunos vienen y me echan una mano”, cuenta Carmelo.
5.000 euros para reformar la vivienda
Precisamente estos amigos son los que han tenido una acción solidaria, quieren crear una página web para recaudar cinco mil euros para ayudar a Carmelo. Con ese dinero, se podría construir una rampa para acceder al baño y a la vivienda, además de reformar la cocina que aún no está completa.
“Al menos hacen falta cinco mil euros, para invertir en la rampa, también en la cocina, porque las paredes son de piedra, hay un poco de cemento, pero hay que reformar porque si no entran los ratones” relata Carmelo.
Al menos hacen falta cinco mil euros, para invertir en la rampa, también en la cocina porque las paredes son de piedra, hay un poco de cemento, pero hay que reformar porque si no entran los ratones”
Este vecino del municipio de Haría ha hecho de su búnker de guerra su propio hogar, no quiere un alquiler barato en una vivienda social, lleva años así y poco a poco ha ido creando su espacio. Asegura que es feliz, pero pide ayuda para las reformas que necesita para que su calidad de vida mejore.
OTRAS PERSONAS vivEN EN CONDICIONES PRECARIAS
El caso de Carmelo no es único en Canarias. La dificultad de encontrar una vivienda ajustada a la realidad económica de muchas personas es grande hoy en día. Y esto lleva a algunos canarios a buscarse la vida como puedan. Como Carmen, de 57 años y residente en Tenerife, está en el paro y enferma con varias patologías reumatológicas y respiratorias, y vive con su hija, que tiene un 65% de discapacidad.
Ambas “residen” si se puede decir así, en un coche, en el municipio de Buenavista. Su entrada económica mensual se circunscribe a 428 euros que percibe por la prestación de desempleo, a la que se añade, una pensión por discapacidad de 540 euros que cobra su hija.

El vehículo en el que residen Carmen y su hija
Su calvario comienza cuando le desahuciaron del piso en el que vivían, porque su propietario “lo quería para otro uso”. Ahora intenta buscar un alquiler asequible, pero como nos contaba en Herrera en COPE en Tenerife, "también en Buenavista, es una misión imposible, porque toda está muy caro para lo que podemos pagar”.
Otro ejemplo es el de Walter Fabián. Argentino de nacimiento, llegó a Canarias hace tres décadas, recalando en primer término en la isla de Fuerteventura, para, posteriormente, llegar al destino turístico más pujante de las islas, Tenerife Sur.
Este emigrante pasa por una situación extremadamente complicada. Víctima de la precariedad laboral, el duro golpe de un diagnóstico de cáncer de colon, le apartó de la posibilidad de tener un trabajo estable, y está condenado a no tener acceso a una vivienda digna.
Y la principal consecuencia es que malvive en una caravana destartalada, en el último escalón de las infraviviendas, sin apenas medios económicos para subsistir, junto al estadio Antonio Domínguez de Los Cristianos.

La caravana destartalada en la que vive Walter