"Cosas de niños": cuando el acoso escolar no se detecta a tiempo
Save the Children advierte sobre la necesidad de diferenciar comportamientos puntuales en la infancia frente a conductas repetitivas que impliquen 'bullying'

Clara Burriel, especialista en protección frente a la violencia de 'Save the Children'
Canarias - Publicado el
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El suicidio de Sandra Peña, una adolescente de 14 años que estudiaba en el Colegio Irlandesas de Loreto, en Sevilla, ha vuelto a destapar el drama del acoso escolar. Sobre todo, después de hacerse público que la familia había denunciado la situación en dos ocasiones al centro para que activara el protocolo, pero esto nunca ocurrió.
En 2024 se detectaron 1.196 casos de 'bullying' en España, según la primera Memoria de la Fiscalía General del Estado. Canarias, según el informe PISA, es una de las comunidades españolas con mayores incidencias.
La ONG Save the Children pone el foco en las medidas que se deben tomar para intentar que desgracias como la de Sandra no vuelva a ocurrir. Para empezar, frases como “son cosas de niños” o “siempre ha ocurrido” solo perpetúan la violencia; los padres deben estar alerta ante conductas agresivas que se aprenden desde temprana edad. También deben prestar atención a si los niños tienen muy asimilados conceptos negativos como los de “chivarse”.

“¿Qué tendría que suceder para que se arreglase?”: la pregunta del protocolo de acoso escolar que pone el foco en la víctima
diferencias casos puntuales y comportamientos repetitivos
¿Cómo se puede distinguir un caso de acoso de algo puntual como una pelea de patio de colegio? Clara Burriel, especialista en protección frente a la violencia, recalca la importancia de establecer protocolos de detección de acoso escolar "para dirimir cuándo son casos puntuales o cuándo es algo más reiterado". El 'bullying' implica "comportamientos repetitivos que, además, pueden incluir diversas formas de violencia, tanto verbal como psicológica o física".
"La prevención pasa por la educación. Tenemos que prestar atención a nuestros hijos y educarlos desde el principio en valores que respeten la diversidad, la tolerancia, la regulación emocional, la gestión de conflictos y, sobre todo, la empatía. Hay que estar atentos a cualquier conducta que nos pueda también alertar para trabajarlo en el centro con el niño o la niña", insiste Burriel.
baja autoestima
Los informes de Save the Children apuntan a un rasgo que se suele dar con frecuencia entre los acosadores: la baja autoestima. "No siempre es fácil de detectar, fácil ni cómodo darse cuenta", apunta. Puede resultar paradójico, cuando precisamente el acosador trata de hundir a la víctima: "Por eso es tan importante enseñarles a gestionar bien estas emociones, para que no salgan por el lado incorrecto".