SALUD
Trastornos de la alimentación: Hay que desterrar el estigma del físico perfecto
Lindsay Ramos, trabajadora social de la Gull-Laségue, asegura que la covid ha permitido detectar más casos, pero también los ha ocasionado

Lindsay Ramos, trabajadora social de la Gull-Laségue
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Por regla general detrás de los trastornos alimenticios se esconden afecciones de salud mental que podrían desembocar en patologías graves como la bulimia, anorexia con enfermedades renales y cardiacas.
La falsa representación del patrón de belleza cada vez más venerado, la baja autoestima o incluso factores genéticos, biológicos y sociales suelen estar detrás de las causas que están detrás de los trastornos alimentarios.
Por La Mañana de COPE Gran Canaria, pasó Lindsay Ramos,
trabajadora social de la Gull-Laségue, única asociación en la provincia de Las Palmas que estudia y trata a los pacientes afectados por los trastornos de conducta alimentaria, a su juicio, detrás de los factores que empujan a una persona a padecer problemas con la alimentación hay “trastornos mentales, antecedentes de riesgo, experiencias traumáticas, incluso la edad, la adolescencia es proclive para sufrirlos debido a las redes sociales, la baja autoestima que mucha veces ante los cambios que vamos notando en nuestro cuerpo, pueden llevar a una cierta desestabilización a como nos percibimos y empezar a desarrollar un trastorno de este tipo.”
Es importante detectar y actuar cuanto antes para evitar que los trastornos vayan a más combatir a tiempo la aparición de patologías como la anorexia o bulimia nerviosa, ambas enfermedades podrían generar graves alteraciones renales y cardiacas que incluso podrían acarrear la muerte del paciente.
En cuanto a las señales de alarma para conocer si estamos ante un trastorno alimenticios está la obsesión por un cuerpo perfecto acudiendo a dietas milagrosas, no parar de comer a todas horas unido a una baja autoestima, abusar de drogas y alcohol antes de un atracón (binge eating), cambios drásticos de carácter. usar la comida para combatir los estados de ansiedad o soledad. Según Ramos “no es casualidad que, durante el confinamiento, cuando más estuvimos juntos en familia, más se haya disparado estos trastornos porque es cuando las personas cercanas han empezado a detectar que algo que se escapa de la normalidad.”
En la gran mayoría de las ocasiones, las consecuencias del Trastornos de la conducta alimentaria tienen efectos visibles, no sólo se refleja en el rostro, sobre todo en el físico “muchas veces la pérdida de peso es lo más visible, aunque también puede haber trastorno sin la necesidad de la pérdida de peso” pero también en los huesos, dientes, el corazón o el aparato digestivo.
La covid ha sido un detonante de los casos de alteraciones de la alimentación, el confinamiento no sólo ha permitido visualizar aún más los sucesos de bulimia o anorexia, también los ha ocasionado; la interrupción de los hábitos, la angustia emocional que ha generado el virus, el sedentario fruto de estar encerrados en casas han sido causa de un aumento considerable de casos de desorden alimentarios, tanto es así, que incluso Gull-Laségue se ve desbordada por la cantidad de casos que llegan a la asociación “incluso tenemos lista de espera” apunta la trabajadora social.
En cuanto al perfil del paciente; mujer joven de clase media y por regla general con alguna adición. La mujer debido a la exigencia social está en el punto de mira de esta patología “en la asociación se atiende a más mujeres por la presión histórica y social de la que son víctimas, que no es casualidad, siempre e ha visto que la mujer es más machacada, guapa perfecta, 90-60-90, esto hay que desterrarlo.”
La Asociación Gull-Lasègue para el Estudio y Tratamiento de la Anorexia y Bulimia en Canarias fue fundada en el año 1.999 por un grupo de padres de afectadas/os de TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) que, frente al problema suscitado en sus hijos/as, no encontraron respuesta médica ni ayuda de ningún tipo.
Desde ese momento y hasta hoy el objetivo de esta Asociación ha sido: apoyar a los familiares, ayudar a los afectados e informar a la sociedad (actuaciones de prevención, formación y sensibilización) sobre todo lo referente a estos trastornos.
Desde el año 2003 Gull Lasègue está inscrita en el Registro de Entidades Colaboradoras en la Prestación de Servicios Sociales de Canarias, con el número LP-GC-08-645. En 2010, la Asociación fue condecorada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con la medalla de oro de la ciudad.
Es una Entidad de Utilidad Pública, declarada por primera vez como tal, el 14 de Octubre de 2011 por Orden del Ministerio del Interior.
En 2014, tras realizar numerosos esfuerzos y ser acreditada como Centro Sanitario, se logra poner en marcha el primer Centro de Día para los Trastornos de la Conducta Alimentaria en la provincia de Las Palmas, siendo aún hoy, el único para ello.