Fernando García, fundador y dueño de Ferna The Barber, es un barbero de Gran Canaria que ha decidido abrir las puertas de su local de formación a los inmigrantes. “Desde que fundé mi escuela tenía claro que el que quisiera aprender tenía las puertas abiertas”.

Hace poco más de un año el barbero abrió su negocio. En su casa, mientras desayunaba y escuchaba las noticias, se dio cuenta de que aún existe racismo en la sociedad y pensó que debería existir un cambio. Fue entonces cuando se puso en contacto con la Fundación Adsis y les informó de que cualquier inmigrante podría inscribirse en los cursos para aprender el oficio.

“Estos chicos marroquíes quieren salir adelante, aprender un oficio y ganarse un futuro digno”, advierte. Desde la fundación agradecieron la implicación de Fernando y pagaron la inscripción a los cursos de la escuela a 12 jóvenes. “Ha corrido la voz por toda la isla y tengo a alumnos de todas partes”. Además, está pendiente de que puedan incorporarse 10 jóvenes más a los cursos de formación.

El barbero señala que los jóvenes le han demostrado que tienen muchas ganas de aprender y evolucionar. “Que la gente no piense que vienen a aprovecharse porque no es así, quieren labrarse un futuro”.

Fernando ha relatado que desde que abrió la escuela se inscribió un joven llamado Habib. Actualmente continúa recibiendo formación que le ha costeado el propio fundador de la escuela, ya que lo veía con cualidades e intereses en continuar aprendiendo. “Cuando él esté en lo más alto espero que recuerde que yo estuve a su lado”. El barbero confiesa que cuando le mira a los ojos solo ve admiración.

Fernando quiere que se permita a los migrantes trabajar e insiste en que tenderá la mano en todo lo que pueda a los jóvenes que está formando. “Si nos dieran la posibilidad de contratarles lo haría encantado. Me gustaría tener un equipo marroquí trabajando conmigo”, confiesa.

Pide que estas personas puedan tener las mismas oportunidades que otros canarios, peninsulares o viajeros de otras partes del mundo.