Un alpinista de canarias, primer español en coronar el Golden Peak: “La montaña te conquista a ti”
El vecino de Antigua supera una de las cimas más técnicas y peligrosas del planeta, más exigente que el propio Everest

Entrevista a Armando Marco en Herrera COPE Gran Canaria
Gran Canaria - Publicado el
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Armando Marco, alpinista, ha escrito una página en la historia del montañismo español. Es el primer español en coronar el Golden Peak, en la cordillera del Karakórum (Pakistán), una de las montañas más técnicas y peligrosas del planeta. Desde, este país ha compartido los detalles de una aventura épica, arriesgada y cargada de emoción, que ya lo sitúa en la élite del alpinismo internacional.

Armando subiendo una ladera
Un reto mayor que el Everest
El Golden Peak es una cima que supera los 7.000 metros de altitud y que, según Marco, representa un desafío incluso mayor que el mítico Everest.
“Es un reto superior al Everest. Allí no hay cuerdas ni guías, todo el material tuvimos que habilitarlo nosotros. La nieve tapaba todo, fue tremendo”, ha relatado en los micrófonos de Herrera en COPE Gran Canaria el alpinista.
Es un reto superior al Everest. Allí no hay cuerdas ni guías, todo el material tuvimos que habilitarlo nosotros. La nieve tapaba todo, fue tremendo

Armando llegando a la cima
La expedición arrancó a más de 130 kilómetros de la cordillera, hasta donde solo se puede llegar a pie. Desde ahí comenzó un ascenso durísimo, con la nieve cubriéndoles hasta la cintura. A pesar de las recomendaciones de no seguir adelante, Armando y sus dos compañeros, Usain y Max, decidieron intentarlo. “Nos decían que no subiéramos, que era imposible, pero confiábamos en nuestra experiencia y técnica. Había que intentarlo”, recuerda.
16 horas de ascenso y la sombra de la muerte

Armando con su compañero de aventura
El grupo partió de noche del campamento dos y ascendió durante 16 horas ininterrumpidas hasta alcanzar la cima. El esfuerzo fue titánico, con momentos en los que la muerte rozó tanto a Marco como a uno de sus compañeros. Pero si el ascenso fue duro, la bajada se convirtió en un auténtico infierno.
“La parte más dramática fue la bajada. La nieve estaba derretida, nos quedamos atrapados en anillos y tuvimos que sacarnos con cuerdas. A mí me salvó la vida el piolet. Algunos compañeros sufrieron congelación de dedos. Fue criminal”, relata con crudeza.
La parte más dramática fue la bajada. La nieve estaba derretida, nos quedamos atrapados en anillos y tuvimos que sacarnos con cuerdas
La montaña manda

Armando en un atardecer
Pese a las complicaciones, Armando asegura que nunca se planteó abandonar. Para él, el alpinismo es una cuestión de respeto absoluto hacia la naturaleza.
“La montaña manda. No se trata de conquistarla, porque si vas con esa mentalidad nunca llegas. La montaña cambia, se metamorfosea continuamente. En ningún momento pensé en dar marcha atrás”, afirma.
Hoy, desde Antigua, su pueblo natal, Armando Marco recibe felicitaciones y el reconocimiento de toda una isla que se enorgullece de su hazaña. Su bandera ondeó en lo más alto del Golden Peak, demostrando que, con técnica, perseverancia y respeto por la montaña, los límites se pueden superar.