40 asociaciones vecinales critican el estado de Las Palmas de Gran Canaria: "Yo en mis 58 años jamás había visto algo igual"
El portavoz vecinal de Barrio Atlántico asegura que "sufrimos un Ayuntamiento sin respuesta"

40 Asociaciones Vecinales junto a Autónomos y Empresarios denuncian la dejadez de la capital por parte del Ayuntamiento
Gran Canaria - Publicado el
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Las Palmas de Gran Canaria vive un estallido de indignación vecinal que ha unido a cuarenta asociaciones de diferentes distritos bajo una denuncia común: el deterioro generalizado de la ciudad y la falta de respuesta del Ayuntamiento.
La protesta, ha tomado cuerpo a través de un manifiesto colectivo, que fue expuesto públicamente en Herrera en COPE Gran Canaria por Miguel Pérez, representante vecinal de Barrio Atlántico y uno de los portavoces de la unión de los vecinos.
Pérez no se mordió la lengua al describir la situación de la ciudad: “Hay una multitud de contratos caducados que afecta a la ciudad., unos 90 aproximadamente y algunos tan sensibles como los de desratización, limpieza o seguridad, esto trae consecuencias directas en la salud pública”. El representante vecinal responde a las críticas del ayuntamiento a algunos ciudadanos a los que consideran incívicos, afirmando que “Si no hay policías locales que denuncie y controles a los vecinos, cada uno hace lo que quiere y vemos una ciudad sucia, es una cadena”, apunta Pérez
Yo en 58 años jamás había visto nada igual
Con más de medio siglo de vida a sus espaldas, Pérez resume su asombro sobre la situación de la capital: “yo en 58 años jamás había visto nada igual”.

Critican la ausencia de limpieza en la capital
El macrocontrato que nunca llega
Los colectivos aseguran sentirse ignorados por el Ayuntamiento, afirma el portavoz vecinal que han solicitado varias reuniones formales “sin respuesta”, lamentándose que para el Ayuntamiento “muchas de estas asociaciones no son reconocidas como tal”. Advierte Pérez que han pedido en varias ocasiones una reunión con responsables municipales “y no hemos recibido ninguna respuesta”, denunciando que “no se puede gobernar con soberbia”
Hace un año nos decían que ya iba a salir y todavía estamos esperando
Buena parte de las esperanzas vecinales están puestas en el llamado macrocontrato de limpieza y mantenimiento urbano, anunciado hace más de dos años como solución a los problemas estructurales, pero la paciencia se agota: “Hace un año nos decían que ya iba a salir y todavía estamos esperando”. El proyecto, valorado en 156,94 millones de euros, sigue sin materializarse. “Es mucho dinero” apunta el portavoz, quien confía en que no se convierta en otra promesa incumplida.

Carabela La Niña II en llamas
silencio administrativo
El deterioro no se limita a los servicios. Los vecinos también denuncian el abandono de los espacios públicos y zonas verdes: “En el parque de Juan Pablo II, se han gastado una millonada y el parque sigue igual, y el de la Ballena, está abandonado, parece un bosque”. El malestar se extiende a proyectos emblemáticos como la Metroguagua cuyas interminables obras “ofrecen una mala imagen de la ciudad”, explica que tras el nuevo atraque de cruceristas “cuando llegan a la ciudad se encuentra una carabela de colón que está quemada e inservible, una chapa metálica que dificulta el acceso al parque de Santa Catalina y perjudica a los usuarios del vehículo porque cierra el acceso a la Avenida Marítima generando un colapso circulatorio”.
Cuando llegan a la ciudad se encuentra una carabela de colón que está quemada e inservible

Obras Metroguagua
La parte más amarga de la denuncia llega con el relato de la ascendencia total de respuesta institucional, según Pérez: “No ha existido ninguna comunicación, no ha habido nada, jamás hemos recibido respuesta del Ayuntamiento y sentimos que hay mucha soberbia”. En su intervención, el portavoz también quiso lanzar una propuesta: “lo ideal es que se reúna con nosotros, los vecinos, que somos los que conocemos el barrio.”
No es la primera vez que estos vecinos denuncian la situación de la ciudad, en ella los barrios reclaman limpieza, seguridad, más interés, mejor imagen de la ciudad. Las asociaciones hablan de su vida cotidiana afirmando en el escrito que hay calles muy sucias, más que un ataque pretenden que sea un grito colectivo para que la ciudad vuelva a mirarse en el espejo.