Los agricultores de las islas esperan como agua de mayo, y nunca mejor dicho, la llegada de algo más de ocho millones de euros de los consignados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) correspondientes al año 2018, que vienen a subvencionar el agua de regadío de las distintas producciones de las islas. Entre las decenas de productores afectados se encuentra Julián Melián, gerente en Iniciativa por el Agua y del Consorcio de Regantes del Noroeste de Gran Canaria. Asegura que “se están mezclando las cosas, el dinero que no ha llegado es el prometido y consignado en las cuentas del año pasado”.
Desde las distintas organizaciones critican y no ven justo que los agricultores hayan realizado una serie de inversiones en el año 2017, como denuncia Melián, "hasta el punto de hipotecarse" y que ahora estén esperando que se pague "lo que les corresponde por ley" para poder hacer frente a los gastos que conllevan su actividad.
En esa línea, Willy Acosta, presidente de la Comunidad de Regantes San Pedro, en Güímar, cree que “se nos ha puesto una línea roja sobre ese presupuesto" y ha recordado que el agricultor es el que menos se lucra con el producto, pero es el que más sufre la falta de subvención en el riego.