Los padres de un colegio de Asturias se niegan a llevar a sus hijos a clase por el riesgo de derrumbe: "Cuando pase una desgracia..."

La preocupación ha llegado a un punto límite para las familias de un colegio de Asturias. Las familias de los ocho alumnos de la Escuela Rural de Zurea, en Lena. Ante lo que describen como un "desastre" de edificio, han tomado la drástica decisión de no llevar a sus hijos a clase desde este lunes. El motivo, según explican, es el temor a que el grave deterioro de las instalaciones provoque un accidente.

la gota que colma el vaso

La situación se precipitó hace pocos días. "El miércoles cayó un poste de la luz, que sigue ahí tirado. A parte, con los vientos y demás, el viernes ya empezaron a caer tejas en horario lectivo", relata Leticia, madre de dos alumnos del centro. Fue la gota que colmó el vaso para unas familias que ya no están dispuestas a arriesgar más.

Cuando pase una desgracia, ya no va a haber vuelta atrás, y no estamos dispuestos a correr más riesgos"

Leticia

Madre de dos alumnos del centro

"Dijimos 'hasta aquí' porque, cuando pase una desgracia, ya no va a haber vuelta atrás, y no estamos dispuestos a correr más riesgos con los niños", afirma con rotundidad Leticia. Esta decisión llega tras un largo historial de problemas. Las familias aseguran que llevan "muchos años denunciando la situación", en los que han sufrido desde el desprendimiento de piezas de la cornisa hasta la necesidad de convivir con vallas durante largos periodos.

relaciones fallidas

Los contactos con el Ayuntamiento de Lena y el Principado han sido, en palabras de Leticia, "fallidos". A pesar de las múltiples reuniones, la única obra que parece estar sobre la mesa es para la cimentación, sin que se mencione el tejado. "De nada sirve si arreglan uno y lo otro lo dejan", lamenta la madre, que asegura que el problema va más allá de la caída de tejas: "Cada vez que llueve más de la cuenta, tienen que estar con calderos dentro del colegio".

un regreso seguro

Las familias tienen claras sus exigencias para que los niños vuelvan al colegio. Piden como algo "primordial" que se arregle el tejado y que se establezca un plan de mantenimiento adecuado. Mientras duren las obras, exigen un compromiso por escrito, del Principado, a reubicar a los alumnos en otro centro de forma temporal. Aunque dejando claro que su único objetivo es volver a su colegio, el de Zurea, una vez sea un espacio seguro para sus pequeños.