La playa de Salinas ofrece uno de los atardeceres más bellos que se pueden contemplar en Asturias. Pasear junto al mar y observar la puesta de sol en un día con pocas nubes es un espectáculo que atrae a numerosos viandantes y, también, a un intruso que nadie esperaba encontrar. Hace unos días, al tiempo que caía la noche, apareció un jabalí de gran tamaño que dejó con la boca abierta a todas aquellas personas que paseaban por la zona y también a las que se encontraban tomando una consumición en una terraza situada junto a la escalera número 10.

El animal accedió al paseo desde un aparcamiento donde había estado buscando comida y siguió husmeando en las proximidades del mar. La imagen no tardó en quedar grabada en los teléfonos móviles porque fueron muchos los viandantes que quisieron inmortalizar la atípica estampa que estaban contemplando.

No es la primera vez que los jabalíes se aproximan al casco urbano de Salinas. Los vecinos de la zona llevan tiempo avistando suidos cerca de sus viviendas. Lo que no habían visto, hasta ahora, es que llegaran hasta el paseo marítimo.

Durante el confinamiento ha sido habitual ver jabalíes en muchos pueblos y ciudades de Asturias revolviendo entre la basura. En Oviedo, los vecinos captaron imágenes de un suido corriendo por Villafría, muy cerca de la ronda sur. En Gijón, otro ejemplar fue grabado mientras recorría el conocido como “solarón”, el espacio ocupado en su día por la estación del tren y que está situado junto a la plaza del Humedal.

Los expertos calculan que durante el Estado de Alarma la población de jabalíes ha podido crecer en Asturias en torno a un seis por ciento.