Georgina Rodríguez desvela su conexión con Asturias: "Me encanta"

Georgina Rodríguez está arrasando con el 'docureality' en el que exhibe su vida de amor y lujo junto a su pareja, Cristiano Ronaldo, y sus hijos. Ha dejado de ser la acompañante del rutilante futbolista para convertirse en una 'influencer' que despierta interés entre propios y extraños con sus revelaciones y tiene más 28 millones de seguidores en Instagram.

"Me gustan las joyas con un chándal, hay quien no lo entiende, ya lo entenderá", dice Georgina, quien adora comer chuches y cantar.

En el documental Georgina, orgullosa de sus orígenes y de su familia, se muestra como una mujer segura de mí misma. "Gracias al amor, ahora mi vida es un sueño".

Geo, para sus íntimos, nació en Buenos Aires (Argentina) en 1994 pero se crió en el ambiente rural de Jaca (Huesca). Tras ahorrar un dinero trabajando como camarera se instaló en Madrid, empezó como dependienta de Gucci, donde se cruzó con Cristiano, "su príncipe azul", el delantero que le cambió su vida. "Es un hombre super normal, maravilloso, el mejor futbolista del mundo".

Cambió su vida. Llegaba al trabajo en autobús y volvía a casa en Bugatti. "Sé lo que es no tener nada. Y sé lo que es tener todo", dice la modelo que no oculta sus orígenes humildes en los que un buen plan de verano eran "unos bocadillos y sandía".

En la docuserie también ha desvelado otros gustos culinarios que le hacen perder la cabeza. "Me encanta la fababa", quizá por la conexión que tiene con Asturias. Su hermana Ivana está casada con el artista gijonés Carlos García que fue el encargado de arreglar el desaguisado artístico que se produjo cuando el artista luso Emmanuel Santos esculpió un busto de CR7 para colocarlo en el Aeropuerto de Madeira 'Cristiano Ronaldo' y, a decir verdad, salió poco favorecido.

A Georgina le gusta la fabada pero también se declara fan de la paella, la tortilla de patata, las croquetas, las salchichas al vino, las albóndigas y del bocata de chorizo. Sus gustos culinarios son sencillos. Nada que ver con su vida de ensueño rodeada de guardaespaldas, impresionantes casas, vestidos de alta costura y joyas. Apabulla la vida de la modelo Georgina (Buenos Aires, Argentina, 1994) con más de 28 millones de seguidores en Instagram.