Es un capricho de la naturaliza y dicen de ella que es la playa más pequeña del mundo (mide unos 40 metros de longitud), aunque más allá de su tamaño, una de sus curiosidades es que se encuentra cerrada al mar por un acantilado en el que existe una cueva que permite el paso de las mareas y el oleaje. Fue declarada Monumento Natural por el Principado de Asturias en el año 2001, además de pertenecer al paisaje protegido de su costa oriental. Mucho tiempo atrás fue una caverna que debido a un hundimiento se transformó en una depresión con forma circular.

Es una playa de mar, pero situada tierra adentro y rodeada de prados, bien protegida del viento. Debido a estas características que la hacen única, con el paso del tiempo ha ido ganando en interés mediático. Está rodeada de bufones, las formaciones creadas por el efecto erosivo del mar en la roca y que permiten el acceso del agua marítimo a través de túneles. Para acceder al arenal a pie se puede realizar desde la playa de San Antolín en Niembro a poco más de un kilómetros, es decir, unos diez minutos de paseo. Si se realizar en coche, habría que coger la Avenida del Cantábrico, tanto si venimos desde Ribadesella o desde Llanes, hasta llegar a la localidad de Naves cogiendo la salida 313 y siguiendo las indicaciones hasta la playa de Gulpiyuri. Eso sí, es importante llevar todo lo necesario si tenemos intención de pasar el día en el arenal porque no dispone de ningún tipo de servicio. La localidad más cercana, como decíamos es la aldea de Naves, donde por cierto, se puede visitar la iglesia de San Antolín de Bedón, un templo benedictino del siglo XIII. ¡ Buen viaje ! .