Barbón quiere que Asturias sea la primera comunidad en erradicar la prostitución
El presidente del Principado anima a los hombres a rebelarse contra la violencia que sufren las mujeres en el acto institucional con motivo del 25-N

Adrián Barbón: Yo quiero que Asturias sea la primera comunidad en erradicarla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha asegurado este viernes que, "como en tantas otras conquistas en el camino de la igualdad, el Principado va a estar a la vanguardia de España en la lucha contra la prostitución, ese negocio sórdido y próspero basado en la explotación de las mujeres".
En su intervención en el acto institucional que se celebra hoy en Nava con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Barbón ha destacado la iniciativa de la Dirección de Igualdad para desarrollar en 2023 una estrategia contra la trata y la prostitución.
"Sé que hablo de un imposible jurídico, pero también de una aspiración política: ojalá Asturias sea la primera comunidad autónoma en erradicarlas", ha subrayado el jefe del Ejecutivo asturiano sobre la trata y la prostitución en una de las muchas acciones convocadas por toda la geografía asturiana para concienciar a la ciudadanía contra el machismo, en especial el "invisible, la violencia simbólica sobre las mujeres", según ha resaltado Barbón.
Este machismo que "también mata sin palo ni piedra", ha recalcado el presidente, que ha reclamado a la ciudadanía que también rechace que haya mujeres "sin amistades, sin libertad de vestirse, silenciadas a la fuerza, mujeres violadas en nombre del amor".
EL MACHISMO SE INFILTRA EN LAS REDES SOCIALES
En su intervención, Barbón ha puesto el foco en las redes sociales y la pornografía, dos prácticas que no son ajenas a la juventud, ha apuntado Barbón, para advertir de que "si las tecnologías de la comunicación han propiciado una nueva estructura social, incluso el desarrollo de lo que se ha venido a llamar el capitalismo de la vigilancia, es obvio que la persona que decide o limita su uso es quien detenta el poder".
En este sentido, ha indicado que "las tecnologías de la información no son generadoras en sí de un nuevo machismo; es el machismo el que se infiltra en las redes sociales" y ha lamentado que "la consecuencia desoladora es que la mujer que no está libre y segura en línea (online), tampoco lo está en la vida real".
"Es imposible trazar una línea divisoria entre el ciberacoso y la violencia machista que golpea y mata, porque sería una frontera falsa", ha afirmado el presidente.
Sobre su crítica a la pornografía, ha remarcado que "no tiene nada de mojigato" ni tiene que ver con "un aliento censor empeñado en manejar el lápiz rojo de la represión, sino la voluntad de advertir que una narrativa violenta, basada de forma abrumadora en la entrega incondicional de la mujer a la satisfacción inmediata del hombre, no puede convertirse en la gran academia sexual del siglo XXI".