Un gijonés que vive en El Hierro revela el principal motivo de su "tristeza" tras ayudar a los migrantes del cayuco: "No salió"
Javier tiene 34 años y reside, desde hace siete, en La Restinga; escuchó gritos desde su casa y no dudó en ayudar a los migrantes que llegan en el cayuco: "Esto pasa a diario y todas las manos son pocas"
Asturias - Publicado el
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Javier Iglesias tiene 34 años, es de Gijón, pero reside, desde hace siete, en La Restinga, el pueblo más al sur de Europa. Regenta el bar Mar de Las Calmas y vive frente al puerto en el que, este miércoles, se ha vivido un nuevo drama migratorio, con la muerte de siete personas que habían llegado a la isla canaria de El Hierro en un cayuco.
No es una imagen nueva para él: "Durante mis primeros cuatro años en La Restinga, jamás había visto un cayuco y, en los últimos tres años, llegan casi a diario", ha contado, en una entrevista en COPE Gijón. Las cifras que relata son escalofriantes: "En un pueblo de 300 habitantes, que vive del buceo, el año pasado, llegaron 24.000 migrantes".
Por eso, asegura que "lo de ayer era de esperar; y, esta vez, ha ocurrido dentro del puerto y lo ves; pero, ¿cuántas veces habrá pasado en alta mar y no nos enteramos?", reflexiona.
Agentes de la Policía rescatan a uno de los migrantes que llego en el cayuco volcado en La Restinga
Ha explicado que, en La Restinga, "cualquier vecino corre a ayudar en lo que sea posible siempre que hace falta" porque "son momentos en los que prima el tiempo". Y, este miércoles, ha ocurrido lo mismo: "Yo vivo frente al puerto, vi que Salvamento Marítimo salía a buscar un cayuco, como otras veces, pero empecé a escuchar gritos, me asomé a la ventana, y me acerqué... todas las manos son pocas para ayudar", defiende.
Burbuja de aire en el cayuco
Su relato de los hechos es conmovedor: "El cayuco se dio la vuelta, los migrantes estaban flotando y ayudamos a sacarlos porque la mayoría no sabe nadar. Fueron derivados al hospital o a las carpas que la Cruz Roja tiene en el puerto. Y, cuando parecía que todo estaba solucionado, el cayuco volvió a su posición original y vimos que había otras 10 o 15 personas en una burbuja de aire". Consiguieron rescatar a esas personas; pero "empezaron a aparecer los fallecidos".
"Son momentos de caos porque, tras bajar a los bebés primero, todos quieren salir juntos, se colocan en la misma banda y el cayuco se voltea", explica quien ha visto, decenas de veces, la llegada de migrantes. En el caso de este miércoles, la ayuda fue física y moral: "Son 170 personas que están desesperadas, padres y madres gritando porque no encuentran a sus hijos o compañero".
Un cayuco a su llegada al puerto de La Restinga, en El Hierro, el 7 de diciembre de 2024
"Recuerdo perfectamente a un hombre, que gritaba y al que era imposible de sujetar, porque quería ver por dónde salía su hijo... y no salió en ningún momento", relata Javier, que reconoce que "lo que nos entristece al pueblo de La Restinga es que la foto que vende es la del rescate o el entierro; y, después de sacarla, los periodistas se van, esto deja de ser noticia; pero los migrantes seguirán llegando a diario".