El Real Oviedo consiguió la segunda victoria de la era Cervera fuera de casa y corrige el error del pasado fin de semana ante el Villarreal. Los azules aprovecharon la crítica situación del Málaga y en un partido serio y con producción ofensiva para haber anotado incluso alguno más sumaron tres puntos importantes para poner la directa. El técnico azul introdujo dos cambios en el once. Luismi entró por Mangel y Vallejo por Sequeira.

El Málaga concentraba sus intentos por banda derecha, con Lago Junior muy activo provocando sobre todo acciones de balón parado. El Oviedo encontraba soluciones arriba gracias a la presión alta y a la velocidad. Algo que demandaba Cervera y de lo que ya se pudieron ver destellos. En una de esas arrancadas en velocidad Viti lanzó un potente disparo que tuvo que despejar Yáñez a córner, aunque De la Fuente Ramos señaló saque de portería.

Ambos equipos apostaban por las llegadas por banda, con el Real Oviedo sacando numerosos centros que no encontraban rematador, pero defendiéndose bien de los del Málaga. La más clara de la primera parte la tuvo Borja Bastón en el minuto 40. Tras un robo de Jimmy, el balón le cayó a Manu Vallejo, que asistió a Bastón en el área. El delantero salió por izquierda dejando clavado a Ramalho pero Yáñez volvió a hacer una gran parada al disparo con la zurda. Fue justo en ese momento cuando el delantero sintió dolor en su pierna izquierda y pidió el cambio, un par de minutos antes del descanso.

En la reanudación, el conjunto azul apostó por tener algo más el control del balón y se hizo dueño del partido. Abel Bretones, siempre incisivo, pisó área por la izquierda, pero con poco ángulo, su remate lo rechazó Yáñez. El gol, no obstante, llegó por el otro costado. De un saque de banda. Sergi Enrich recibió en la línea de fondo, protegió con el cuerpo y descargó para Lucas, que tras sacar se incorporó al ataque. De sus botas salió un preciso centro que remató Vallejo de cabeza atacando en velocidad ese espacio entre el central y el portero que tanto daño hace a las defensas.

El gol no hizo más que acentuar la situación de caos en el Málaga. Esteban Burgos se autoexpulsó haciéndole algún comentario fuera de lugar al árbitro asistente, mientras Javi Jiménez a punto estuvo de correr la misma suerte después de dos faltas duras en apenas un minuto. La grada ardía contra su equipo.

El Oviedo buscó jugar con esa sensación y apostó por trabar y ensuciar el partido a la par que por intentar tener la pelota tras la entrada de Montoro. Pudo cerrar el partido en dos ocasiones, tras sendos remates de Luismi y Dani Calvo tras saques de esquina. El primero se marchó desviado y el segundo se lo sacó Yáñez a Sergi Enrich cuando casi se cantaba el gol.

En los últimos minutos al Málaga casi ni le dio para apretar, aunque acabó teniendo un córner en el último minuto de descuento. El conjunto local no generó ni una ocasión, y los azules muestran la línea a seguir tras los últimos fichajes y el tiempo que va ganando Cervera. Dejan al Málaga a doce puntos y escapan de la zona baja de la tabla.